
Por: Grecia Alvarez
La contingencia internacional por la COVID-19[1] ha ocasionado todo tipo de estragos en cada una de las actividades económicas del país, todos los sectores e industrias tuvieron cambios, en mayor o menor medida, en sus ritmos de operación y proyección.
A medida que el semáforo de riesgo epidemiológico[2] muestra variaciones para los estados de la república, la reactivación económica parece comenzar. Tal es el caso del sector cultural, donde la mayoría de los estados han permitido su operación tras varios meses en los que la única vía para comunicación y montaje de la cartelera fue vía digital, en las distintas plataformas streaming[3] y redes sociales tanto de las Secretarías como de las empresas y proyectos culturales.
Las consecuencias para este importante sector económico y social han sido palpables en todos sus niveles y para sus respectivas audiencias, sin embargo, resulta evidente un mayor nivel de afectación para aquellos espacios independientes o autogestivos, para los cuales conseguir fondos de rescate es aún más difícil por su propia naturaleza. Replantear el modelo de negocio fue una alternativa que siguieron varios espacios, obteniendo recursos más allá de los espectáculos digitales, ya sea por la venta de mercancía diversa u operando únicamente como pequeñas cafeterías o restaurantes. Esto con dos principales objetivos: sobrevivir la crisis económica y volver a operar con normalidad una vez concluida la crisis.
En el caso del estado de Oaxaca, cuando el semáforo cambió a color naranja, se permitió la apertura de distintos tipos de negocios, comercios y actividades, siendo la actividad cultural una de las beneficiadas con esta decisión. Cabe destacar que en la capital del país, que usualmente funciona como referente para el sector, la situación fue distinta, tuvieron que pasar varias semanas para que se pudiera homologar la decisión del gobierno oaxaqueño.
Ubicado en Norte 1 #109, en la capital de Oaxaca, La Locomotora Foro Escénico anunció la reactivación de las actividades culturales en sus instalaciones en febrero de 2021. Se trata de un espacio independiente dedicado al desarrollo y promoción de las artes escénicas. En él, se desarrollan eventos de teatro, danza, cine y exposiciones culturales diversas; invitando siempre a la reflexión, análisis e intercambio de experiencias entre los gestores culturales, artistas y la comunidad en general.

Este espacio alternativo cuenta, además del foro que enaltece su labor cultural, con una pequeña cafetería y una terraza donde las audiencias pueden disfrutar de momentos de recreación, complementando la experiencia cultural como centro de la visita al lugar. Destaca, además, que el espacio rompe con la centralización de la oferta cultural detectada en la capital oaxaqueña, así como en todas las capitales estatales del país. Su ubicación promueve el desplazamiento de los visitantes hacia la periferia de la capital, además de ser una opción más cercana para los habitantes de dicha zona y aledañas.

A medida que la reactivación tomó su lugar, se habilitó un sistema de boletería digital para comprar de manera anticipada las entradas a los espectáculos que toman lugar en La Locomotora; junto con el filtro sanitario y el cupo reducido, obligados en todo el país, este espacio se muestra comprometido con la seguridad e integridad de colaboradores, visitantes y con la comunidad que rodea al foro.
Los días 13 y 14 de marzo del presente año se presentó la puesta en escena “The little unknown/ Lo pequeño desconocido”, a cargo de Colectiva 9 gramos; cuya trama central es la relación entre los personajes: comienza a partir del sostén mutuo creado por dos sistemas de poleas, dibujando líneas en el espacio que las interconectan como un cordón umbilical. El proyecto fue premiado por la Convocatoria de Reactivación de Espacios Escénicos Independientes[4].

La recepción por parte del público fue sobresaliente, convocando a públicos muy diversos, tanto en rango de edad, lugar de procedencia o expectativas del espectáculo. El ejemplo del éxito en esta puesta escénica abona por completo a la necesidad de reactivar al sector cultural y diversificar los contenidos en el mismo. Reflejando, además, el compromiso social que siempre ha distinguido a la actividad cultural y que, en tiempos de contingencia, no es la excepción.
Al tratarse de un sector con implicaciones más allá de lo inmediato, la alternativa digital siempre encontrará limitaciones que impiden vivir de manera íntegra la experiencia. Retomar la modalidad presencial de las actividades y proyectos culturales resulta inminente en el progreso del sector y de las economías regionales y la nacional.
El consenso por parte de creadores, artistas, gestores, productores y fundadores y representantes de los espacios culturales tiene una marcada inclinación hacia la urgencia en la reactivación y rescate de estos espacios. La creatividad cultural no descansa, aún en tiempos de COVID-19, los contenidos están en pausa, esperando la tan anhelada luz verde para volver a colocar al sector cultural como uno de los principales promotores del crecimiento económico y desarrollo social.
Para quienes participamos de este sector como audiencia, los retos consisten en apoyar a conciencia al sector, acatando las medidas de seguridad pertinentes para su progresiva reactivación en la modalidad presencial, además, la pandemia marcó un importante parteaguas para descentralizar el consumo cultural, por lo que expandir nuestros horizontes y abrirle paso a la periferia y a los espacios culturales independientes terminará de crear una nueva normalidad para este importante sector.
[1] El coronavirus SARS-COV2 apareció en China en diciembre del 2019, provoca una enfermedad llamada COVID-19, que se extendió por el mundo y fue declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud en marzo 2020.
[2] Sistema de monitoreo para la regulación del uso del espacio público de acuerdo con el riesgo de contagio de COVID-19. El cual abarca los colores rojo, naranja, amarillo y verde. Siendo el primero el de mayor riesgo, continuando en orden descendente.
[3] Contenidos diversos, ya sea en vivo o grabados, que se pueden disfrutar en computadoras y dispositivos móviles con acceso a internet.
[4] Su propósito es reconocer los mejores proyectos de reapertura de espacios escénicos independientes de nuestro país, en el contexto de la contingencia por COVID-19.
