El miedo a la cura: una lucha entre la ciencia y la impertinencia

Por: Farid Espinosa

A poco más de un año de la declaración de la pandemia por la Covid-19, decretada  por  la Organización Mundial de la Salud en el primer trimestre del 2020, el ambiente social, al menos en México, se percibe diferente. Si bien la situación aún no nos permite bajar los brazos, la conducta resiliente del mexicano ha vuelto a salir a flote como en otras ocasiones trágicas del pasado.

El país ha sido afectado, de eso no hay duda, la cantidad de decesos sigue en aumento y el dolor de aquellos que hemos perdido a un ser querido está  presente. Sin embargo, y gracias a lo que la humanidad ha vivido y aprendido, los avances científicos, nos han permitido desarrollar vacunas que nos servirán para inclinar la balanza a nuestro favor.

El día 24 de diciembre de 2020 inició oficialmente el programa de vacunación en México[1] siendo un día que muchos esperábamos con ilusión. El programa continúa y lleva algunos meses en ejecución con un sinfín de opiniones diferentes. Entre ellas, una ha llamado mi atención: el miedo a la vacuna.

Fuente: Presidencia de México

Después de un año de vivir en condiciones diferentes a nuestra cotidianidad acostumbrada antes de la pandemia, se hace presente en un porcentaje de la población el sentimiento de miedo ante las vacunas que se han desarrollado. ¿De dónde viene este miedo? ¿Es un miedo racional? ¿Qué retos nos traerán estos miedos?  Las respuestas aun no son claras, pues hablamos de muchas personas y  generalizarlas, sería un error. Sin embargo, como psicólogo tengo algunas hipótesis que podrían dar respuesta a esta situación.

El miedo es una de las cinco emociones base que todo individuo tiene, para poder entenderlo es necesario comprender lo que es una emoción. Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante[2].

De manera más sencilla son reacciones a nivel psicológico (mental) y físico que una persona tiene para responder ante cierta situación; a manera de ejemplo, al pensar en una persona muy importante en tu vida, lo más probable es que sientas alegría al imaginar su rostro, esto se debe a que esa persona despierta instintivamente una emoción, en este caso alegría.

Pero aunque todas son importantes, no todas las emociones son cómodas, en esta categoría podríamos incluir a la tristeza, el asco y definitivamente el miedo; que con la información anterior, ahora podríamos describir como una respuesta de carácter biológico, necesaria y natural, la cual permite a los seres vivos detectar situaciones de peligro supuestas o reales que pueden estar pasando o que se cree que pasarán y reaccionar de forma conveniente para hacerle frente[3].

Existe miedo ante la posibilidad de perder a un ser querido, miedo ante la situación laboral, miedo de hacer ciertas actividades que antes eran cotidianas como salir con amigos o hacer compras, también está el miedo a la incertidumbre de no saber qué pasará en el futuro, sobre todo con una situación que nunca se había vivido y personalmente un miedo a que las cosas no regresarán a cómo eran antes. En este caso, el miedo es una reacción que está ahí para que hagamos algo, para que reaccionemos y busquemos mantenernos a salvo del peligro que representa este virus..

CalvinRichi

Estamos atravesando una situación complicada, el miedo podría hacer que tomemos las mascarillas y nos quedemos en casa, asustados, pero la vida no es tan fácil, invariablemente debemos salir y hacer actividades que nos permitan tener una vida de calidad, aun cuando esto implique poner en riesgo la vida misma, algo sumamente complejo. Este año ha sido tan duro que hemos perdido de todo, independencia, seguridad, se han tenido que cancelar planes de viajes, eventos culturales, conciertos, graduaciones y más. En ocasiones las consideramos tan insignificantes en comparación con lo que se vive a nivel mundial que no hemos tenido tiempo o “derecho” de quejarnos.

Lo curioso es que ante una posibilidad de solución, que en este caso se presenta en forma de vacunas, se esperaría que todos levanten la mano con la intención recibir su respectiva dosis, sin embargo, sorprende ver a un sector de la población manteniendo cierto rechazo. Existe un dicho para esto: “El que ha naufragado, tiembla incluso ante las olas tranquilas”. Esta frase nos puede sugerir que tenemos miedo por algo que nos ha pasado, analizar el patrón es necesario para entender qué ocurre en la sociedad y nos brinda una buena oportunidad de conocernos internamente y hablar de nuestras emociones.

Fuente: Animalpolitico.com

Los motivos que tiene este grupo de personas son diversos, al leer en redes sociales, periódicos o hasta en algunos artículos más serios, he encontrado que las razones de peso suelen ser la desconfianza al gobierno y a las instituciones, los efectos secundarios e incluso teorías de conspiración dignas de una película. Pero definitivamente lo que reina en este grupo es un miedo a lo desconocido, un miedo que se alimenta de desinformación.

La desconfianza al gobierno, sobre todo en un momento en que los políticos se aprovechan para desestabilizar a sus contrincantes, hace que la información sea diversa y preocupante, sin embargo son las instituciones a nivel mundial las que pueden darnos  más de certeza de lo que en realidad está ocurriendo.

Otro miedo que existe es con relación a los efectos secundarios que la vacuna puede ocasionar, un tema controversial, pues en algunos casos se ha exagerado debido a la cantidad alarmante de “fake news” y a la desinformación que desgraciadamente se ha vuelto habitual en redes sociales. Si bien es cierto que, existen efectos secundarios, estos se presentan en un porcentaje verdaderamente minúsculo en personas vacunadas y la mayoría de estos efectos son simples dolores de cabeza o malestares generales, mismas que no imposibilitarían las actividades diarias[4].

Las posibilidades de alergias son diminutas y casi en su totalidad se presentan de manera inmediata, por lo que el periodo de observación de 30 a 40 minutos que se da a los vacunados es suficiente para detectar síntomas de alergias y permiten en caso de tener reacciones distintas a las esperadas, administrar un medicamento que ayudará con esta situación[5].

Actualmente son cinco las vacunas que han sido autorizadas para su uso en México, estas son: la vacuna “BNT162b2” de la farmacéutica Pfizer en colaboración con Inc./BioNTech, la vacuna “AZD1222” de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la vacuna “Sputnik V” del Instituto Gameleya, la vacuna “Ad5-nCoV” de CanSino Biologics Inc y la vacuna “CoronaVac” de Sinovac Research and Development Co. Todas ellas han sido seguidas de cerca por diferentes instituciones internacionales y han superado distintos ensayos clínicos, demostrando su eficacia y su efectividad[6].

A propósito de estos dos términos es importante conocer que la eficacia es la medida que se hace durante los ensayos clínicos y la efectividad representa que tan bien funciona una vacuna fuera de la rigurosidad de un estudio de laboratorio[7]. Las vacunas que se administran en México superan las especificaciones requeridas para ser seguras y funcionales y son las mismas que se usan en todo el mundo.

Este miedo no es nuevo pero es peligroso, enfrentamos un miedo que proviene de la desinformación, de prejuicios, de incertidumbre, de la poca credibilidad en las instituciones, de “fake news”, de políticos y medios de comunicación irresponsables, algo que ha estado ahí tiempo atrás, pero que hoy representa un punto importante en la salud de todos. No es extraño tener miedo ante algo que representa un riesgo, hay personas con problemas de salud crónicos o una edad avanzada que temen por su bienestar y ante esta situación o cualquier otra duda sería importante consultar un médico para informarnos mejor.

Los miedos se superan entrando en contacto con ellos, perder un porcentaje de ese miedo nos da la oportunidad de dar pasos hacia adelante con la precaución necesaria para cuidarnos. El camino para terminar con esta pandemia está marcado, se llama inmunidad de rebaño y sólo podemos alcanzarla si una mayoría considerable de la población se vacuna.

Conocer sobre la vacuna y el trabajo arduo de miles de científicos de todo el mundo nos permite confiar en que la “cura” nos dará más beneficios que problemas. Pero, ¿Será el gobierno el único responsable de brindar esta información? y, ¿Cómo debe presentarse esta información en un país tan diverso cómo el nuestro? Es de recalcar con estas preguntas, la gran necesidad de aprender a informarnos, a través de fuentes serias y reconocidas, y de no extender más el miedo que de por sí, todos estamos inmersos en diferentes medidas. Sin embargo, recordemos que como comunidad mexicana hemos enfrentado grandes retos, y este solo representa uno de ellos. Busquemos fortaleza en el conocimiento y el apoyo como sociedad.


[1] CEPROPIE, “Conferencia de prensa matutina del jueves 24 de diciembre 2020” [en línea].

[2] Benavidez Verónica, Flores Ramón, “La importancia de las emociones para la neurodidáctica” en Wimb Lu, 2019, p. 32.

[3] Barrera Juan A, “El miedo colectivo: el paso de la experiencia individual a la experiencia colectiva” en El Cotidiano, 2010, p. 9.

[4] Rueda Aleida, “¿Por qué las reacciones alérgicas no justifican el rechazo a la vacuna?” [en línea].

[5] Idem.

[6] Gobierno de México, “Vacunación Covid” [en línea].

[7] Zimmer Carl, “2 Companies Say Their Vaccines Are 95% Effective. What Does That Mean?” [en línea] (Traducción de Google traductor).


Referencias finales
● Barrera Juan A, “El miedo colectivo: el paso de la experiencia individual a la experiencia colectiva” [en línea] en El Cotidiano, no. 159, vol. 1, 2010, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco, pp. 5-10, consultado en: https://www.redalyc.org/pdf/325/32512747002.pdf, 30 de marzo 2021.


● Benavidez Verónica, Flores Ramón, “La importancia de las emociones para la neurodidáctica” [en línea] en Wimb Lu, no. 14, vol. 1, 2019, Rev. de Estudios de Psicología UCR, pp. 25-53, consultado en: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/wimblu/article/view/35935/36685, 29 de marzo 2021.

● CEPROPIE, “Conferencia de prensa matutina del jueves 24 de diciembre 2020” [en línea], Youtube.com, consultado en: https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=B-wCWPKzCV4&feature=youtu.be, 05 de abril 2021.


● Gobierno de México, “Vacunación Covid” [en línea], Gobierno de México, consultado en: https://coronavirus.gob.mx/vacunacion-covid, 05 de abril 2021.

● Rueda Aleida, “¿Por qué las reacciones alérgicas no justifican el rechazo a la vacuna?” [en línea], saludconlupa.com, consultado en: https://saludconlupa.com/comprueba/por-que-las-reacciones-alergicas-no-justifican-el-no-vacunarse/?fbclid=IwAR2mEhPXCdknnDv5r78b1FY8aQFAdxlS_kUeabCijtEiGdaphvw367ze7Mg, 27 de marzo 2021.

● Zimmer Carl, “2 Companies Say Their Vaccines Are 95% Effective. What Does That Mean?” [en línea], New York Times, consultado en: https://www.nytimes.com/2020/11/20/health/covid-vaccine-95-effective.html, 06 de abril 2021.

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