“Tlaxcala en tiempos de pandemia 2020”. Exposición fotográfica en el Museo Miguel N. Lira

Por: Guadalupe Ortiz

“Ya no había sentimientos individuales sino una historia colectiva que era la peste y sentimientos compartidos por todos”.

Albert Camus

El Museo Miguel N. Lira es un espacio dedicado a la vida y obra de dicho escritor Tlaxcalteca. Este recinto se ubica en la avenida Independencia #7, en pleno Centro Histórico de la capital y tras cerrar sus instalaciones en 2020 debido a la pandemia por COVID-19, reabrió las puertas en el mes de abril del presente año, de una manera particular, con una exposición fotográfica titulada “Tlaxcala en tiempos de pandemia 2020”. 

(Créditos: Red de Museos Instituto Tlaxcalteca de la Cultura)

Se trata de una producción en la que participaron 11 profesionales tlaxcaltecas de la fotografía y está integrada por 25 fotografías colocadas en las paredes del exterior de las salas del museo, que conectan con el patio central del mismo. La conjugación de momentos y situaciones retratadas en la exposición, permite dimensionar los impactos de la contingencia sanitaria en ámbitos diversos de una sociedad igualmente diversa. Las personas encargadas de realizar estas tomas, capturaron la esencia de formas de vida adaptadas a una “nueva normalidad” cada vez más difusa, cuyas características se confunden entre el regreso a las actividades sociales, productivas y de ocio como las conocíamos antes de la COVID-19, y el tránsito hacia nuevos patrones de comportamiento socialmente aceptados y hasta exigidos. 

Al mirar la totalidad de las obras, se advierte un contraste en el contenido y significado de las imágenes, en tanto que sus protagonistas emprenden una lucha entre la vida y la muerte, por un lado, están retratadas esas vidas que no se detuvieron, mientras que, por otro, las de aquellos que dejaron este plano de la existencia y, además, los testimonios de las personas que se debatían en el punto medio de los extremos. 

(Autoría propia)

Una mujer transportando cubetas en un “diablo», (quizá llenas de maíz nixtamalizado para hacer tortillas), una pareja de jóvenes abrazados y una más caminando por el centro de la ciudad, ambas portando su cubrebocas, dos mujeres afuera de un negocio, vendiendo esos mismos cubrebocas que se han convertido en un objeto de uso diario, que legitima a su portador para acceder a negocios e instancias. Así mismo, la celebración religiosa de una fiesta de XV años en la que se observa a la quinceañera acompañada de cuatro personas al interior de una iglesia, todos ellos, portando correctamente cubrebocas que hacen juego con el atuendo usado para la ocasión. De igual manera, en otra fotografía es posible observar el interior de una unidad de transporte público, misma que, para cumplir con las medidas exigidas por las autoridades sanitarias, fue adaptada con un plástico tipo hule que hace las veces de división entre la cabina y el espacio destinado para los usuarios, restringiendo así el contacto entre ambas partes. 

(Autoría propia)

En contraste, se presentan retratos de vidas que terminaron tras haber adquirido el virus y sufrido las complicaciones derivadas de tal situación, cuatro fotografías enfatizan el sufrimiento que causa dar el último adiós a un ser querido, como si la muerte fuera un legado innegable de la pandemia en Tlaxcala (y el resto del mundo). Tres de las mencionadas, corresponden al sepelio de un funcionario municipal, quien murió en mayo del 2020, cuando los estragos del virus apenas se hacían notar en el estado. Se observa a tres hombres portando un equipo de protección de los pies a la cabeza, la imagen sugiere que son ellos los responsables de la manipulación del féretro cubierto de pétalos de rosa blanca; de fondo, un grupo considerable de personas con flores en las manos y algunos de ellos llevando estandartes de imágenes religiosas, el dolor se advierte en los rostros de mujeres que lloran. 

Es interesante que, pese a que la exposición está dedicada a la pandemia, se pueda encontrar solo una imagen relacionada con la enfermedad en sí misma, ya sea por razones de seguridad de los y las fotógrafas, por razones éticas, o por las dificultades a nivel subjetivo de contactar con una situación tan impactante. Cuentan que una imagen dice más que mil palabras y en este caso, dicha condición se cumple muy bien, pues se observa al personal de salud debidamente aislado, llevando a un paciente con COVID-19 en una cápsula de traslado hasta un hospital de la capital tlaxcalteca. 

El aislamiento ha hecho que quienes hemos tenido la oportunidad de quedarnos en casa durante algún tiempo, nos perdamos de lo que se vive en el día a día en las calles, los parques, cementerios y unidades de atención para pacientes con COVID-19, no obstante, a través de exposiciones como esta, se recuperan los testimonios y vivencias de la sociedad. Es preciso reconocer el esfuerzo que ha implicado para los y las fotógrafas, capturar momentos trascendentes y dejarlos para la posteridad, por ello, extiendo desde este espacio mi total respeto y admiración hacia su obra y su persona. 

Finalmente, invito de manera especial a quienes tengan la posibilidad de visitar el museo y esta exposición en particular, que lo hagan respetando las medidas sanitarias. La exposición estará hasta el mes de junio en la dirección ya mencionada.

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