El deporte y su impacto en la vida universitaria

Por: Farid Espinosa

Para muchos la universidad es una parte de la vida muy importante, incluso es catalogada como la mejor etapa de la vida por parte de los que han podido alcanzar a tener este privilegio. Durante esta etapa ocurren muchos cambios emocionales, físicos y culturales que marcan los hábitos y el comportamiento de los individuos. Son estas posturas las que nos dan una visión de túnel y desde el discurso niegan que es una etapa muy complicada, que requiere de mucha energía y donde las redes de apoyo del individuo determinan en gran medida la capacidad de mantener una buena calidad de vida durante este periodo.

Estas redes de apoyo surgen cuando un grupo de personas que comparten objetivos en común se integran en comunidades donde se relacionan y forman lazos importantes. En este caso particular tomaremos al deporte como ejemplo de una actividad que genera una red de apoyo, la cual, desde mi perspectiva y experiencia particular, es una de las más completas y de las que más ventajas otorga durante la etapa universitaria.

Fuente: unsplash.com

Toda la presión que los jóvenes tienen desde el ingreso a la universidad, tomando en cuenta que un porcentaje importante “compite” por su lugar en determinadas instituciones, se incrementa al ingresar y encontrarse con una modesta seriedad que busca crear profesionales de acero, expertos en materia y con las capacidades de ser productivo para la sociedad, dejando de lado en muchas ocasiones la parte humana, las emociones y la individualidad, forzando al estudiante a entrar en un molde que aparenta ser lo correcto y aunque existen catedráticos que intentan escapar de esa corriente sin mucho éxito, estos terminan siendo incomprendidos incluso por aquellos a los que intentan ayudar.

El estudiante pasa por situaciones complejas y es por ello que las redes de apoyo se vuelven relevantes, pues si el estudiante se siente poco acompañado, reconocido y motivado, lo más probable es que se sume a las cifras cada vez mayores de deserción académica. Pero ¿cómo ayuda en particular esta red de apoyo?

A lo largo de la vida académica de los estudiantes mexicanos, el deporte está presente como una materia dentro de la currícula educativa, esta materia que por lo general es de carácter obligatorio (al menos en educación básica) presenta la actividad física desde la perspectiva de la salud, sin embargo, al entrar a una institución de estudios superiores el deporte es excluido de las materias y cambia su percepción de materia obligatoria a una actividad que se busca realizar por salud.

Este cambio de paradigma deja al libre albedrío la decisión de hacer deporte o no, acompañado de las conductas universitarias esperadas en los jóvenes; en las que se percibe una casi forzada necesidad de madurez en el universitario, quitándole espacios para lo que muchos considerarían “juegos” provoca una disminución de la actividad física de los individuos. 

Dicho pensamiento orilla al universitario a actuar de determinadas maneras que son aceptadas por una sociedad, impuesta inclusive dentro de los discursos de los profesores o alumnos, dando prioridad a las actividades académicas que prometen prepararte para la vida profesional, siendo esta la vía perfecta para que el deporte se vuelva una actividad poco relevante para los jóvenes. 

Si bien existen universidades que apuestan por mantener áreas de esparcimiento para los alumnos muchas veces están designadas únicamente para los atletas que compiten en nombre de la universidad, dejando al resto de la comunidad estudiantil sin posibilidades de usar ciertos espacios, desmotivando aún más la actividad física durante esta etapa de la vida. Así mismo, existen otras universidades que no cuentan con estos espacios, dejando la responsabilidad de buscar estas áreas directamente a estudiantes que por sus actividades se encuentran limitados al acceso de estos espacios.

Más allá de buscar un responsable, lo anterior evidencia la poca importancia que se le da a las actividades físicas durante los estudios universitarios; si bien hay estudiantes que por un estilo de vida saludable incorporan a sus rutinas diarias actividades físicas como la práctica de un deporte o su constante asistencia a gimnasios, esto se presenta en un porcentaje mínimo y generalmente está motivado por mantener una buena salud durante su vida, pero los beneficios de hacer actividades físicas van más allá de la salud o la estética.

Existen diferentes retos que un estudiante tiene que sortear durante su vida universitaria, algunos de ellos son los derivados de lo económico, las distancias que deben recorrer para asistir al centro educativo o la carga académica que la escuela puede depositar sobre ellos, sin embargo estos solo son algunos de los más claros a la vista de las personas.

Hay situaciones que no son tan fáciles de apreciar, el estrés es una de ellas, que ha sido incorporado a nuestra vida diaria de tal manera que creemos haber aprendido a lidiar con él, además de este, también podemos observar que la motivación de los estudiantes suele disminuir con el paso del tiempo, que la constancia con la que se esfuerzan tiene altibajos que afectan el rendimiento y que la comunicación entre la comunidad estudiantil se vuelve problemática, ya que muchas veces se forma un ambiente ríspido que resulta en querer sobresalir de los que en un futuro cercano serán “la competencia”. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el deporte? 

El deporte es un buen ejemplo de actividades que permiten a los estudiantes lidiar con estas situaciones. Como se mencionó anteriormente el deporte ha estado presente a lo largo de la vida académica del estudiante con una visión focalizada que omite los diferentes beneficios que puede aportar al estudiante. Para este texto se menciona “deporte” como la disciplina que requiere una actividad física, involucrando a más de un individuo y que sigue reglas específicas y globales. Y es en esta descripción donde encontramos a nuestro primer factor, la disciplina. 

El deporte es formativo y durante su práctica se aprende a ser constante, mantener una disciplina que puede ser tan estricta como se demande, esto durante la actividad en la universidad determina beneficios que actúan directamente en el rendimiento, pues vuelve al estudiante una persona más comprometida, y este compromiso a la larga se refleja en mayores conocimientos y facilidad para desarrollar actitudes y aptitudes principalmente sociales.

Otro aspecto en que el deporte nos brinda una ventaja durante nuestra vida universitaria se encuentra en lo emocional. Este es un punto importante, ya que dentro de los cambios físicos que provoca el ejercicio en el cuerpo, también se encuentran la estimulación de glándulas, que producen neurotransmisores que ayudan en el estado de ánimo, mejoran la calidad del sueño y reducen los niveles de estrés. Permitiendo de este modo que la motivación sea más prolongada, así como a mantener una mejor actitud ante la frustración y hacer frente a las problemáticas que puedan surgir. Esto en sí mismo ya representa una ventaja para lidiar con la parte emocional que genera la vida universitaria. 

Lo interesante del deporte es que no solo impacta a nivel interno, sino que brinda herramientas que facilitan la interacción con otros, lo que complementa esta actividad y desde mi perspectiva la hace más valiosa y relevante. Es aquí donde deja de ser únicamente una actividad física y se convierte en una red de apoyo que brindará soporte al individuo, creando en él, un sentimiento de seguridad y de afiliación.

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El practicar un deporte, en especial si es de conjunto, involucra a más personas: compañeros, entrenadores, personas que son emblemas en el ámbito, etc., esto brinda una comunidad, en la que cada integrante se siente aceptado y valorado, encuentra similitud con sus compañeros y abre su campo de visión por la diversidad con la que se forma el grupo, permitiéndole tener diferentes perspectivas de la vida, creando así un escenario perfecto para desarrollarse de manera plena, integrando los conocimientos de la carrera universitaria con las perspectivas de una comunidad diversificada.

También esta red permite que se diversifiquen los contactos, por lo que es una oportunidad de hacer networking y conocer personas con otras áreas de formación, algo de suma importancia para el desarrollo profesional a futuro. De igual manera, el trabajo en equipo se ve beneficiado, permitiendo estar más abierto a trabajar en diferentes situaciones con personas ajenas al propio campo de conocimiento, generando las bases de la multidisciplina, donde cada integrante aporta sus conocimientos en pro de la meta que persigue el grupo.

En general, las redes de apoyo actúan de la misma manera y podemos encontrarlas en diferentes escenarios, como grupos religiosos, la familia, el círculo de amistades, clubes de arte, etc., incluso pueden hacerse en el mismo ámbito universitario, sin embargo, no todas las redes de apoyo se generan en ambientes positivos, sino que también pueden darse en entornos donde las conductas de riesgo son parte de las comunidades y la necesidad de afiliación puede hacernos caer en ellas, por ello el deporte puede ser una opción bastante interesante, ya que además de los beneficios de la red y sus ventajas a la salud el deporte es una actividad que ayuda a alejarnos de conductas de riesgo que pueden ponernos en escenarios complicados.

En mi experiencia como estudiante foráneo en una ciudad nueva, el participar en equipos deportivos me brindó la oportunidad de hacer amistades que hicieron la diferencia en mi vida académica, así mismo el equipo me hizo sentir integrante de la universidad, generando una identidad que difícilmente hubiera construido sin esa red. 

La situación va más allá de los espacios deportivos, en mi opinión lo realmente importante radica en la visión de las personas por tomar el deporte como una pérdida de tiempo, que se ve como un simple momento de recreación o desde una perspectiva de vanidad, provocando que muchos le den la espalda a una actividad que puede representar una válvula que deje escapar el estrés y las emociones reprimidas y que, además de darnos beneficios a la salud, también nos aporte ventajas en nuestro comportamiento con otros individuos y una fuerza extra a la hora de enfrentar los retos de la vida, sabiendo que detrás hay un grupo que te ayudará a levantarte. 

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