Nuestra identidad plasmada en cantera verde

Por: Itai Fuentes

Visitantes nacionales, internacionales y habitantes de Oaxaca hemos podido apreciar la belleza de nuestro estado gracias a su cultura y características únicas que lo definen; esa belleza en el ambiente, esa identidad en las representaciones artísticas y manifestaciones de los pueblos originarios. De todas esas peculiaridades, un aspecto que, de primer momento impacta al conocer la ciudad, incluso antes de pisar cualquier lugar de interacción cercana con la cultura, como un museo o una muestra gastronómica, lo que podemos apreciar e inunda nuestros sentidos es la arquitectura impregnada por la cantera verde que identifica a los edificios más antiguos de nuestro Centro Histórico.

Existen diferentes lugares en los que, las construcciones coloniales son una destacada característica de su esplendor arquitectónico, por lo que al observar detenidamente las características de estos edificios, encontramos la diferencia en el color. En ciudades como Zacatecas, San Luis Potosí, y Morelia se aprecia una hermosa cantera rosada, y en lugares como Guadalajara y la Ciudad de México una cantera gris. Dicho contraste posibilita una distinción de las edificaciones, así como una identidad particular, como lo es la bella Ciudad de Oaxaca; nombrada también como Verde Antequera, en alusión a la similitud que los españoles vieron con la ciudad de Antequera en la provincia de Málaga, en Andalucía España, y el bello color verde que encontraban en las diferentes espacios prehispánicos de la región.

Itai Fuentes

Es espléndida la manera en la que la naturaleza dotó a los yacimientos de cantera. Una identidad que no pasa desapercibida al recorrer las calles del Centro Histórico de Oaxaca en diferentes edificios como el Palacio de Gobierno, Plaza de la Danza, Jardín Socrates, Alameda de León, Museo de Arte Contemporáneo, y edificaciones religiosas como la Catedral o el Ex-convento de Santo Domingo, entre muchas.

En algunos edificios se pueden observar diferentes tonos de verde, y es que es un material variante que podemos encontrar en la naturaleza que les permite a los artistas y artesanos jugar con colores y texturas en las obras y monumentos que realizan, añadiendo que el tiempo, la naturaleza del clima y la erosión también se ven involucrados.

En ocasiones, la cantera se reconoce como una piedra, un recurso natural que sólo es y puede ser utilizado para la construcción, sin embargo, en palabras de la Mtra. Nely Cruz a través de entrevista personal, “este recurso tiene potencial para ser insumo de producción de obras de arte, aprovechadas al máximo, por tratarse de un recurso no renovable, su uso permite que pueda ser apreciado con la importancia y significado que merece no sólo como elemento para construcción sino valorado en las obras en las que podemos encontrarlo”, aspecto que sin duda, las manos artisticas oaxaqueñas han sabido aprovechar, buscando su trascendencia a través de constituirse como un material para el arte escultórico.

Ejemplo de lo anterior es la comunidad de Magdalena Apazco Etla, quienes están tratando de migrar el tratamiento de la cantera de materia prima para construcción, a un recurso para la elaboración de piezas artesanales. No podemos decir que es un aspecto novedoso, pero sí en recuperación, estamos contemplando una forma de expresión de la historia, tradición y la estrecha relación de Oaxaca con la naturaleza, en piezas con una identidad única y naciente.


La cantera verde es un símbolo enigmático de nuestra ciudad. La arquitectura y la escultura siempre han sido expresiones artísticas acompañadas y vinculadas. Es necesario fortalecer a las comunidades que se dedican a ello, para que el día de mañana surjan nuevos movimientos artísticos en nuestro estado. Que el verde de la piedra ancestral que recubre nuestras calles, también lleguen a exposiciones internacionales, y claro, también a nuestros espacios cotidianos. Que se pinte de verde la tierra.

Itai Fuentes

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