Las perspectivas de la economía mundial en 2022 y 2023

Por: Alan Pérez

La Actualización de perspectivas de la economía mundial del FMI (2022) proyecta que el año en curso experimentará a) un creciente número de casos por Covid-19; b) una recuperación económica interrumpida, y c) una mayor tasa de inflación en la mayoría de las economías del mundo[1].

Así, tal informe prevé que el crecimiento mundial promedio continuará atenuándose en los años siguientes, puesto que transitará de un 5.9% en 2021, pasando por un 4.4% en 2022, hasta un 3.8% en 2023; esta proyección se basa en los efectos previstos de las restricciones a la movilidad, de los cierres de fronteras y de la contracción en el mercado laboral que son generados por la pandemia por Covid-19, en general, y por la variante ómicron, en particular. De ahí que tal informe asegure que las economías avanzadas[2] crecerán a una tasa promedio del 5.9% en 2021, del 4.4% en 2022 y del 3.8% en 2023; y que las economías de mercados emergentes y en desarrollo[3] lo harán a una tasa promedio del 6.5% en 2021, del 4.8% en 2022 y del 4.7 en 2023[4].

Fuente: FMI

Por lo tanto, dicho informe plantea que “la economía mundial comienza el año en condiciones más débiles de lo previsto”[5] en 2021 por el FMI[6]; lo que se explica, en primer lugar, por el escaso mejoramiento en los principales indicadores de la emergencia sanitaria por Covid-19; en segunda instancia, por la falta de vigor en el repunte del comercio internacional, de la actividad de los servicios y de la producción industrial el año pasado; en tercer lugar, por el crecimiento de la inflación en la mayoría de las economías del mundo; y, en cuarto instancia, por el incremento de las tasas de interés y la restricción de las condiciones monetarias a nivel internacional[7].

Asimismo, la Actualización de perspectivas de la economía mundial del FMI (2022) afirma que la inflación acelerada que experimenta la mayoría de los países es uno de los riesgos fundamentales a los que se enfrentan las perspectivas de crecimiento de la economía mundial; ya que se prevé que “la inflación se mantenga elevada en el corto plazo, promediando 3.9% en las economías avanzadas y 5.9% en las de mercados emergentes y en desarrollo en 2022, para luego retroceder en 2023.”[8]

Se señala que el retraimiento de la tendencia inflacionaria a nivel global depende de la recomposición de las cadenas mundiales de suministro, de la fortificación de la política monetaria, de la reorientación de la demanda hacia los servicios y de la moderación de los precios de los energéticos y de los alimentos en las economías avanzadas y de mercados emergentes y en desarrollo[9]. Por ende, tal informe asegura que la política monetaria de muchos de los países “tendrá que continuar endureciéndose para contener las presiones inflacionarias, en tanto que la política fiscal […] tendrá que priorizar el gasto sanitario y social, centrando el apoyo en los más afectados.”[10]

Fuente: FMI

Aunado a la inflación acelerada, la recuperación y la expansión de la actividad económica en los países del mundo, encara también los siguientes obstáculos: 1) el peligro sanitario por el impacto de la variante ómicron; 2) las perturbaciones en las cadenas de suministro de mercancías y la lentitud del restablecimiento del consumo privado a nivel global; 3) la escasez de la mano de obra en el mercado estadounidense; 4) la desaceleración del mercado inmobiliario de China; 5) el aumento de la temperatura del planeta y 6)las tensiones geopolíticas internacionales[11].

¿Cuáles son, pues, las recomendaciones que tal informe proporciona a las autoridades gubernamentales? En política de salud, aquel plantea que es necesario “poner fin a las disparidades que persisten en el acceso a herramientas contra la Covid-19”[12] por medio del financiamiento de vacunas, pruebas de detección, tratamientos, etc.; en política monetaria, el informe del FMI sugiere que ésta debe ser más restrictiva, al mismo tiempo que se fortalecen los canales de comunicación entre los bancos centrales y los agentes económicos con el objeto de mantener la certidumbre en los mercados financieros; en política fiscal, aquel exhorta a los gobiernos a la contención de los déficits fiscales en función de que el aumento de las tasas de interés elevará el costo de la deuda pública mundial; en reformas estructurales, el informe del FMI propone impulsar la digitalización y adopción de nuevas tecnologías, la reducción de aranceles y barreras comerciales y facilitar la mejora de la asignación de recursos en horizontes más largos; y, en política climática, tal informe apremia al aumento de los esfuerzos por la fijación de precios de carbono y la reducción de subsidios a combustibles fósiles para la inversión en infraestructuras verdes y en tecnologías renovables y sustentables[13].

En conclusión, la Actualización de perspectivas de la economía mundial del FMI (2022) muestra que, a pesar de que la mayoría de los países del mundo se están recuperando con relación a la emergencia sanitaria por Covid-19; las proyecciones del crecimiento de la economía a nivel global se enfrentan a una variedad de problemas que imposibilitan un horizonte favorable en el corto plazo para las economías avanzadas y de mercados emergentes y en desarrollo.

Sin embargo, aquel informe provee también a las autoridades gubernamentales de un conjunto de acciones en política económica y social por medio de las que será factible la superación de la crisis socioeconómica que provocó la pandemia por el virus Sars-Cov-2. En particular, en lo que se refiere a la coordinación de los esfuerzos nacionales en pos de la estructuración de un plan internacional de acción conjunta que priorice la paridad en el acceso de los recursos en contra del Covid-19, el seguimiento de una política monetaria restrictiva, la contención de los déficits fiscales, la promoción de la digitalización, el incremento del comercio internacional y la transición de las matrices energéticas mundiales a fuentes amigables con el planeta.


[1] Fondo Monetario Internacional (FMI), Actualización de perspectivas de la economía mundial, [en línea], 2022, p. 1.

[2] Por ejemplo, Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, España, Japón, Reino Unido, Canadá, etc.

[3] Verbigracia, China, India, Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam, Rusia, Brasil, México, Arabia Saudita, Nigeria y Sudáfrica, etc.

[4] Ibídem, p. 6.

[5] Ibídem, p. 3.

[6] Fondo Monetario Internacional (FMI), Perspectivas de la economía mundial, [en línea], 2021, p. 1.

[7] Ibídem, pp. 3-4.

[8] Fondo Monetario Internacional (FMI), Actualización…, op. cit., p. 7.

[9] Ídem.

[10] Ibídem, p. 2.

[11] Ibídem, p. 8-11.

[12] Ibídem, p. 12.

[13] Ibídem, pp. 13-15.


Lista de referencias

  1. Fondo Monetario Internacional (FMI), Actualización de perspectivas de la economía mundial, [en línea], FMI, 2022, consultado en: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2022/01/25/world-economic-outlook-update-january-2022.
  2. Fondo Monetario Internacional (FMI), Perspectivas de la economía mundial, [en línea, FMI, 2021, consultado en https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2021/10/12/world-economic-outlook-october-2021.

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