El caso Debanhi: un retrato sombrío de una realidad normalizada

Por: Guadalupe Ortiz

En un viernes cualquiera, una mujer adolescente elige salir de fiesta a una quinta; entrada la madrugada, sale sola de ese sitio y aborda un auto adscrito a una compañía de transportes, pero que en ese momento estaba fuera de su plataforma. Tras algunos minutos de viaje, el chofer y ella tienen “diferencias[1]”; por lo que decide descender del vehículo; posterior a ello, sucede una cadena de acontecimientos confusos y finalmente, ha desaparecido. Ésta es la historia a la que cualquier mujer está expuesta en un país como México, pero en esta ocasión fue una joven llamada Debanhi, quien fue protagonista de esta lamentable situación acontecida en Nuevo León el pasado 8 de abril de 2022.

Fuente: El País

Cuando se dio a conocer esta información a través de las redes sociales se detonó toda una polémica. De inmediato, las redes se llenaron de mensajes que denotaban enojo, tristeza, indignación e impotencia, justificadas por la naturaleza del hecho. Entre quienes vertieron sus opiniones al respecto, hubo posicionamientos centrados en la búsqueda de algún culpable.

La postura de diversas personas fue señalar como responsables directas de esta penosa circunstancia, a las amigas con las que Debanhi había acudido a aquel lugar, argumentando que ella estaba desaparecida porque ellas la abandonaron. Por ningún motivo se justifica la acción de contribuir a poner en riesgo a nadie, sin embargo, se está perdiendo peligrosamente de  vista la responsabilidad de quienes fueron artífices directos de la desaparición. No se trata de ella y de sus amigas, se trata de quien decidió privarla de la libertad, quien, por alguna razón, al verla vulnerable, hizo uso de su poder sobre ella y coartó su derecho al libre tránsito y sobre todo, a vivir una vida libre de violencia.

Fuente: SEM México

Las opiniones vertidas en redes y las posturas superficiales ilustran que, aunque un comentario puede parecer superfluo, en el fondo posee una carga ideológica fuerte que tiene la capacidad de influir en el criterio de otras personas. Estos dos elementos, en conjunto, llegan a contribuir a la reproducción de discursos misóginos y machistas derivados de la dinámica patriarcal dominante y presente en todos los espacios en los que vivimos. Así mismo, se pone en evidencia la responsabilidad que tenemos sobre nuestros comentarios relacionados con un tema tan sensible, así como las implicaciones de manifestar ciertas posturas en medios digitales, considerando que  habitamos en un contexto como el mexicano en el que la violencia está cada vez más naturalizada.

Ante estos hechos, es crucial comprender que, cuando a una mujer se le maltrata, se le desaparece, se le arrebata la vida y demás, la culpa no es de ella, es de quienes le impidieron volver con bien a su hogar. Apelando a la corresponsabilidad, debemos tomar en cuenta que cuando una mujer es víctima de cualquier forma de violencia, cuando una mujer desaparece o es asesinada, fallamos como sociedad civil, como instituciones, o como tomadores de decisiones en la arena política. Nadie está exento de esto.

Cuando una familia en México busca obtener información, ayuda o al menos indicios sobre una de las suyas, se tiene que enfrentar al influyentismo y la impunidad como barreras sumadas a la angustia que genera ser víctima de un acto delictivo. Datos de 2020 señalan que, en este país, el 94,8% de los delitos atendidos por las fiscalías no se resuelve[2]: no hay sentencia, no hay acuerdos, no hay reparación del daño y, en suma, no hay justicia.

Con este desalentador panorama, es importante recordar que, si bien es cierto, que como civiles tenemos ciertas limitaciones para generar cambios en el sistema de justicia, también es cierto que podemos evitar la reproducción de discursos revictimizadores y polarizantes, además de responsabilizarnos de los señalamientos que realizamos; en este caso no se trata de hablar de quien es desaparecida o asesinada, es hablar y tomar acción sobre quien desaparece y asesina. Esta es una invitación directa a cuestionarnos el rol que desempeñan nuestros comentarios, como entes reproductores de una cultura patriarcal que nos culpa a las mujeres del daño que otras personas pueden y eligen hacernos.

En conclusión, la violencia y el riesgo de inseguridad con la que tenemos que convivir constantemente, son hechos que no se pueden ocultar. El caso de Debanhi se sumó a la creciente lista de feminicidios y dejó ver muchas otras situaciones propicias para el cuestionamiento y la reflexión, tales como: los efectos de la presión mediática en un caso de desaparición y femenicidio, la asignación de culpas a otras mujeres incluida quizá la misma víctima y sobre todo, la responsabilidad de emitir opiniones en redes sociales sin considerar su impacto en la percepción de un acto de esta naturaleza y magnitud.

La indignación, la exigencia de acción y de justicia no debe terminar cuando el tema deje de ser viral, ni siquiera cuando las instituciones den el caso cerrado o la carpeta concluida. Las muertes, desapariciones y violencias que padecen las mujeres no son temas de una semana por la que se pueden opinar en redes y obtener likes o generar morbo mediático. No es una novela en donde se busca al villano en todos los personajes involucrados. Se trata de una vida, igual de valiosa como la nuestra, como la de nuestras y nuestros seres queridos. Y mientras no se dejen de arrebatar esas vidas, no debemos descansar de luchar por un país de justicia.

Fuente: Harta.uy

[1] Término usado en la narración de hechos del sitio de noticias denominado: “El Comercio”

El Comercio, Qué se sabe del increíble caso de Debanhi Escobar, la joven que desapareció en México, [en línea], 18 de abril de 2022.

[2] El País, La impunidad crece en México: un 94,8% de los casos no se resuelven, [en línea], 18 de abril de 2022.


Fuentes de información

El Comercio, Qué se sabe del increíble caso de Debanhi Escobar, la joven que desapareció en México, consultado en: https://elcomercio.pe/mundo/mexico/debanhi-escobar-nuevo-leon-que-se-sabe-del-increible-caso-de-la-joven-que-desaparecio-en-mexico-narracion-historias-ec-noticia/?ref=ecr, 18 de abril de 2022.

El País, La impunidad crece en México: un 94,8% de los casos no se resuelven, consultado en:  https://elpais.com/mexico/2021-10-05/la-impunidad-crece-en-mexico-un-948-de-los-casos-no-se-resuelven.html#:~:text=Un%20amplio%20informe%20de%20M%C3%A9xico%20Eval%C3%BAa%2C%20que%20revisa%20la%20informaci%C3%B3n,delitos%20no%20ve%20una%20salida,  18 de abril de 2022.

Deja un comentario