Por: Alejandro García
El Museo del Futuro (MUFO) se inauguró el pasado 7 de abril en el Antiguo Hotel Reforma de la Ciudad de México. El mencionado es una propuesta cultural que busca definirse como un espacio de exposición de proyectos artísticos de talla nacional e internacional para ofrecer al público experiencias inmersivas a partir de los adelantos tecnológicos de nuestra época.
El nombre de este nuevo espacio nos indica ya su apuesta por presentar una perspectiva artística marcada por las innovaciones técnicas del siglo XXI, puesto que cuenta con instalaciones lumínicas y sonoras inmersivas, esculturas LED, NFTs[1], esculturas móviles y exposiciones itinerantes.
En tal museo nos encontramos con cinco salas principales. La primera de ellas nos presenta Tundra del colectivo artístico Bio, en donde podemos presenciar un espectáculo lumínico y sonoro. La obra se aprecia recostado en el piso o sobre algunos colchones para observar la brisa de la hierba, que en este caso es representada por una instalación en el techo iluminada por juegos rítmicos de luz que se acompañan de un sonido envolvente.
En la siguiente habitación del recorrido nos encontramos con una exposición de NFTs con obras de Melissa Santamaría, Adriana Mora, Esstro9 y Nan Saem Yoo. Esta sala está pensada para acercar a las personas al mundo de esta nueva tendencia digital: qué es, cómo funciona y cuál es su impacto en el arte y el mercado actual.
Posteriormente, tenemos una sala con la instalación LED llamada Ouchhh, en la que podemos caminar a través de un gran espacio cubierto con pantallas en los cuatro muros de la habitación y espejos en el piso y el techo. En las enormes pantallas de esta instalación se proyectan diversas animaciones abstractas llenas de efectos visuales llamativos e impactantes.
El MUFO cuenta con una sala para exposiciones y proyectos itinerantes que pretende promover principalmente el arte mexicano; para su exposición inaugural se presenta Feel the fruit, endonde se muestra una serie de obras realizadas con fruta y resina que después son convertidas a NFTs. Periódicamente, esta sala exhibirá distintas exposiciones de carácter digital.
Por último, nos encontramos con la instalación móvil e inmersiva Percepcions del artista Antoni Arola, en la cual interpela al espectador a cuestionarse sobre la forma en que se llevan a cabo sus percepciones habituales a través de una danza de espejos que generan una alteración y desfiguración de la realidad.
Este nuevo museo cuenta con una idea fundadora de gran potencial por explotar y que ya en sus primeros días de apertura cuenta con algunas propuestas interesantes. Se suma a los museos y espacios artísticos de la ciudad que ya siguen una directriz similar al fomentar la creación artística desde las nuevas tecnologías, lo que nos deja con un abanico más amplio y diverso de posibilidades para explorar las creaciones contemporáneas de la digitalidad. Sin embargo, hay algunas cuestiones sobre este recinto que dejan bastante que desear: la organización del personal, de igual forma que la admisión y el manejo de público en los recorridos, es escueta (casi improvisada); la infraestructura del espacio y la presentación de las obras denota carencias en el montaje y la gestión, así como en la selección de los trabajos; además de que el edificio presenta evidentes signos de deterioro y falta de mantenimiento.
Los costos de admisión van desde los 250 a los 350 pesos mexicanos (a lo cual se debe sumar el costo individual de los eventos y atracciones especiales). Es de esperarse que se solucionen los problemas presentes en sus primeros días para lograr explotar las ricas posibilidades artísticas que ofrecen los recintos de esta naturaleza. Aun así, el MUFO nos deja con un buen sabor de boca frente a las atracciones que presenta y con grandes expectativas sobre su porvenir.
[1] Non-Fungible Token son obras de arte digitales únicas (con un certificado digital de autenticidad) que funcionan a través de tecnología blockchain (la misma que utilizan las criptomonedas).
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