Tradiciones de mi pueblo: la danza de alchileos en San Francisco Mazapa

Por: Rodrigo Rodríguez

Existe una multiplicidad de lugares y espacios que contienen una riqueza que va más allá de lo material; hablo de lo intangible, como son las tradiciones y costumbres de cada persona, comunidad o sociedad. El misticismo que guardan en su propio relato alimenta las raíces de todas y todos quienes han podido conocer de qué se tratan. No obstante, ninguna de las tradiciones y costumbres se mantienen intactas con el pasar de los años; cada generación aportó y aporta a lo que hoy conocemos de esa dinámica cultural de la región en donde nos encontremos. 

Un ejemplo de estos aportes, que incluso me atrevo a decir que es un muy posible origen de nuestras tradiciones actuales, es el sincretismo ofrecido por el encuentro de dos mundos, en otras palabras, el de nuestros ancestros y los frailes evangelizadores del siglo XVI en adelante. Prácticamente, éstos últimos utilizaron partes de las costumbres de nuestros ancestros para generar un adoctrinamiento espiritual, o llamado proceso de evangelización, mediante el uso de la música, danza, historia, etcétera.

Ahora bien, en la región teotihuacana, específicamente en la comunidad de San Francisco Mazapa (o Mazatla), existe una danza muy característica de esta población: la Danza de Alchileos o archareos, la que es una de las tradiciones más representativas del valle de Teotihuacán. A pesar de que no se tiene un registro exacto de cuándo ni dónde se originó esta danza, se propone que fue en la comunidad mencionada entre finales del siglo XVI y el siglo XVIII. 

Fuente: Danza de Alchileos – San Francisco Mazapa

Esto último ha ocasionado una serie de debates entre los pobladores de esta comunidad con aquellos que radican en San Martín de las Pirámides,  debido a que éstos mencionan que la Danza de Alchileos se instauró en su territorio mucho antes que en San Francisco Mazapa; la población sanmartinense ha buscado demostrar esta situación mediante investigaciones académicas, empero, las evidencias más visibles, tales como el lugar dónde el antropólogo Manuel Gamio impulsó la enseñanza de diversidad de actividades artísticas, así como las fechas de fundación de las poblaciones, apuntan a que San Francisco Mazapa durante sus primeros años de existencia, es la población de la cuál nace esta bella tradición bajo la tutela de los frailes franciscanos de aquella época.

Entonces, ¿qué es la Danza de Alchileos? En pocas palabras, es una representación teatral que se acompaña de música, la cual muestra una venganza divina por parte de la cristiandad por la muerte de Jesucristo en Jerusalén; esta historia contiene algunos personajes como el apóstol Santiago acompañado de dos gallines o asistentes, el procurador romano Pilatos junto con su capitán Savario y el Alchileo Mayor al lado de las huestes paganas (los alchileos). Toda esta historia la utilizaron los frailes franciscanos para evangelizar a las personas que poblaron esta comunidad en sus inicios, mezclándola con dos instrumentos característicos de las danzas de la región, tales como el tlapitzalli o la chirimilla y el huehuetl; con el pasar de los años se comenzó a relegar estos instrumentos y se cambiaron por una flauta y una tarola.

En San Francisco Mazapa se realiza esta danza tres o cuatro veces al año, principalmente en las celebraciones de la comunidad como la fiesta patronal en el mes de octubre o la fiesta del campo en septiembre. Esta tradición va pasando de familia en familia y ha llegado a un punto en el que se vuelve casi obligatorio el danzar como alchileo, así como, de ser posible, “recibir una corona y sacar la danza”. De manera resumida, una corona simboliza un personaje principal de la danza, ya sea Santiago, Pilatos, Savario o Alchileo Mayor, y además implica un compromiso no solo económico para algunas personas, sino también un vínculo con sus raíces y sus creencias espirituales.

Fuente: Danza de Alchileos – San Francisco Mazapa

Cada que se realiza esta danza, quienes vienen de lejos quedan extasiados por el espectáculo que producen las máscaras, las casacas o los trajes, el sonido de los coyoles, el ritmo que toma cada una de las partes o escenas que contiene esta tradición y la picardía de cada individuo que le da vida a estos personajes al momento de reírse durante los pasos que hay que seguir. Me atrevo a decir que esta danza se convierte en una fiesta por sí sola, esto a raíz de que, aunque se repiten los pasos a seguir y las melodías no tienen variación alguna, el observar cómo cada integrante coloca su esencia durante la puesta en escena provoca que esta tradición sea única en cada ocasión.

El resultado de toda esta puesta en escena es la preservación de una de las tradiciones más importantes de la región teotihuacana, esto debido a que nos relata cómo ha sido una de las formas de evangelización y sincretismo religioso de mayor impacto en las comunidades de la zona desde la Colonia; así como también el amor que tiene la población de San Francisco Mazapa por su origen y su historia y la unión que les caracteriza en cuestiones culturales. 

Si bien es cierto que se procura preservar lo más posible esta danza y su contenido, el paso del tiempo ha causado que se vayan perdiendo algunos aspectos, como las llamadas “relaciones” o diálogos en náhuatl o los instrumentos musicales para interpretar las melodías. También existen otros factores como la falta de interés por parte de las personas jóvenes de la comunidad por mantener viva esta tradición, entre otros más; causando que quienes han participado en la Danza de Alchileos anteriormente, deban continuar danzando aún cuando su edad sea avanzada o sufrieran alguna lesión previa que les imposibilite continuar, sin embargo, es tanta su pasión por continuar con su herencia cultural, que estas personas arriesgan su integridad física sin pensar antes en su bienestar.

Finalmente, aunque las generaciones actuales presentan dudas sobre si preservar o no las tradiciones de la comunidad, algo es seguro: la población de San Francisco Mazapa ha trascendido gracias a sus esfuerzos y contribuciones por mantener la Danza de Alchileos con vida hasta la fecha; tanta ha sido la entrega de esta comunidad por su cultura que se ha ganado el nombre de San Francisco Mazapa, Cuna de tradiciones. 

Fuente: Danza de Alchileos – San Francisco Mazapa

Deja un comentario