Cantos “Ci” de la China Medieval. Del paisaje a la nostalgia descubrirse en la poesía China

Por: Eva Márquez

Dentro de los diversos géneros literarios, encuentro la poesía como el más complejo en cuestión de escritura, corrección, traducción, análisis e interpretación, por lo cual me limito a disfrutar de la misma. La presente reseña no ofrecerá un acercamiento académico riguroso, sino que su objetivo es invitar a la lectura y descubrimiento de la poesía china a través del repaso de una de sus formas poéticas y del principal sentimiento que evocan los poemas presentados en la antología poética que se trata.

Entre los muchos sentimientos que caracterizan a los humanos, uno que considero de mayor dificultad para ser descrito es la nostalgia. Esta apreciación es completamente personal, pero de ella quiero partir para reseñar Cantos de amor y de ausencia: cantos “ci” de la China Medieval (s. IX- XIII), publicado por Ediciones Hiperión.

La Gran Muralla China
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Acercarse a la poesía china en un principio parecería todo un reto, ya que en el acto pueden surgir varias preguntas como: ¿La poesía traducida puede considerarse todavía poesía? o ¿Cómo sé qué tan auténtico es lo que leo?. Estas interrogantes son aplicables a la poesía en cualquier lengua que no dominemos y que leamos traducida, y aún más cuando  la cultura y el idioma  son más alejados de nosotros, tal como señalan Xu Zonghui,  y Enrique Gracia :

“¿Es imposible traducir la poesía? Puede ser, pero aún es más difícil que todo el mundo aprenda un idioma y además lo domine como para leer poesía, extremo que, ya sabemos, se escapa a muchos lectores por diversos motivos incluso en la propia lengua”.[1]

Adentrarse a un mundo poético en otra lengua, incluso a partir de una traducción, no es una labor sencilla, por suerte, en el caso que nos ocupa, esta edición bilingüe cuenta con un prólogo que brinda al lector la información necesaria para familiarizarse con los poemas.  Sitúa las creaciones en su contexto histórico, enumera las características de las composiciones “ci”[2], y da una explicación sobre cuáles fueron los criterios de traducción de los poemas; además, es destacable que tanto la selección, como la traducción y las notas sean un trabajo conjunto de un profesor, pintor y calígrafo chino especializado en la poesía clásica y un poeta hispanohablante.

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Un tópico recurrente en los poemas seleccionados, además del que el título de la antología ya adelanta –amor y ausencia-, es el paisaje, que evoca a una pintura china clásica, donde a partir de trazos con líneas delgadas, sin intención de priorizar las proporciones y perspectivas, se destacan los elementos esenciales de un lugar o un personaje:

La bruma de montañas azules supera el horizonte. /El sol va enrojeciendo la espalda de los patos salvajes. /Nosotros, separados, somos nubes de mar que el viento rasga, /y el amor se nos queda /como una flor de sauce pisada tras la lluvia.[3]

Si bien, desde una perspectiva occidental algunos poemas podrían percibirse como narrativos o excesivamente descriptivos, esta misma descripción del paisaje se torna una excusa para referir sentimientos más complejos, que no siempre se nombran, pero sí se insinúan, algunos ejemplos de esto son los siguientes fragmentos de poemas:

De joven no sentía el sabor de la tristeza. /Me gustaba subir hasta el piso más alto del mirador, /hasta el más alto. /Hablaba de tristeza para hacer versos nuevos.

Ahora sí he conocido la tristeza /quisiera decirlo, /debo decirlo. /Pero digo: “hace fresco, el otoño es hermoso”.[4]

O:

El agua del Fei marcha hacia el este. /No debí haberme enamorado entonces. /Hoy la he visto desdibujada en mis sueños /y el canto de los pájaros me despertó en lo oscuro.

No llega aún la alegre primavera /y ya se va la juventud. /Es tan larga la ausencia que apenas es tristeza. /Año tras año, en la noche del loto rojo; /cada uno recuerda en su lugar/ el lugar en donde el otro lo recuerda.[5]

En ambos ejemplos, aunque se menciona a la tristeza, pareciera haber una elipsis o silencio, una idea no concluida que el lector ha de completar, y que se acerca a la definición de nostalgia: “tristeza melancólica originada por el recuerda de una dicha perdida”[6].

Zhanjiajie
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            Lo maravilloso del silencio en estos poemas, es que es al receptor a quien le corresponde darle un rostro o motivo a la nostalgia a partir de sus propias vivencias. Así, poemas medievales chinos tienen un sentido de actualidad al evocar algo que no envejece: la nostalgia, la melancolía humana por algo perdido o no alcanzado aún.

Quisiera concluir resaltando que  incluso si no se domina un idioma, en este caso el chino, se puede disfrutar de sus obras literarias. La idea de traduttore traditore[7] no ha de ser una excusa que nos impida descubrir otras formas de pensamiento, sino una razón para acercarnos a estas con mirada crítica y abierta, quizá podríamos encontrarnos con obras que retraten lo que todavía no sabemos cómo nombrar.


[1] Zonghui, Xu, y Gracia, Enrique “Prólogo” en Cantos de amor y de ausencia, 2002, p. 15 

[2] Género poético chino que se caracteriza por poemas destinados a ser cantados, mismos que se escriben sobre una base melódica ya existente, por lo cual siguen una métrica estricta para acoplarse a dicha melodía, asimismo, por esta razón, hay muchos poemas que tienen el mismo título, ya que hacen referencia al nombre de la canción sobre la que fueron escritos.

[3] Ibídem, p. 129

[4] Ibídem, p. 161

[5] Ibídem, p. 173

[6] Diccionario de la Lengua Española, [en línea], “nostalgia”, (2).

[7] Traductor traidor.


Lista de referencias

Diccionario de la Lengua Española, [en línea], “nostalgia”, Real Academia de la Lengua Española, consultado en: https://dle.rae.es/nostalgia, 4 sept. 2022.

Cantos de amor y de ausencia: cantos “ci” de la China Medieval, selección, traducción y notas de Xu Zonghui y Enrique Gracia, España, Ediciones Hiperión, 2002.

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