La protesta feminista: Voces de lucha y resistencia

Por: Solyenitzi Franquiz

En los últimos años, hemos presenciado una creciente ola de protestas convocadas por el movimiento feminista. Movilizaciones que aun cuando se han llevado a cabo desde hace décadas, recientemente y por el contexto político de cada una de ellas, han tenido un impacto más fuerte que permite su visibilidad y difusión. Y es a partir de esa visibilidad que han cobrado, que surge este personal interés de reflexionar en cuanto a los significados implícitos en estos actos de protesta; con la intención de presentar una perspectiva distinta que ofrezca la posibilidad de entender que estas manifestaciones son mucho más que solo un grupo de mujeres sujetas a la crítica social que se limita a cuestionar si las exigencias y las formas de exigencia caben en lo políticamente correcto. 

“Ni perdón, ni olvido” Autor: Abraham Caballero

La protesta feminista representa un insistente cuestionamiento sobre las estructuras socioculturales que conocemos y que refuerzan situaciones de desigualdad. Y a pesar de que muchas de las posturas respecto al tema tienen tintes de desaprobación, a las mujeres de hace unas décadas que se reunían en secreto para cuestionar las estructuras que las reprimían, los alcances masivos que ahora tiene el movimiento feminista les resultarían una imposibilidad. 

Por lo que si bien las manifestaciones actuales representan un notable avance para el feminismo, son, sobre todo, una forma de honrar la lucha de aquellas mujeres que mediante actos de protesta arrebataron al sistema uno a uno los derechos que les pertenecían. Las honramos cuando nos organizamos y rompemos con el mito patriarcal de que las mujeres no podemos establecer alianzas con otras mujeres, cuando creamos un ambiente de sororidad dentro de nuestros contingentes, pues sin importar que en ese momento seamos completas desconocidas, existe la certeza de que habrá más de una mujer dispuesta a protegernos y acompañarnos. Honramos a nuestras antecesoras cuando tomamos con valentía las calles de las que ellas fueron despojadas, porque no he conocido acto más revolucionario que el de salir a tomar a manera de exigencia el espacio público que durante años a las mujeres nos ha sido negado. 

En resumen, cuando nos atrevemos a cuestionar y enfrentar ese sistema que incesantemente nos delega a las categorías de inferioridad, reafirmamos que aquella lucha no murió con ellas, sino que vive en las cientos de mujeres que protestan en actos públicos y masivos, pero también en las mujeres que de manera individual señalan día a día la injusticia desde sus espacios, porque, en palabras Carol Hanisch “Lo personal, es político”.

“Sororidad” Autor: Abraham Caballero

De este modo, las actuales protestas del feminismo, en una interpretación más profunda, son en realidad un conjunto de voces que gritan, denuncian, señalan y exigen, que resisten ante un sistema cuya estructura ha intentado silenciarlas por mucho tiempo y de muchas formas. Son una lucha constante, necia e insistente que, aunque avanza, reconoce que el camino hacia la conquista de los derechos que siempre le han pertenecido aún es largo. Entender que en cada protesta está presente la memoria histórica del movimiento feminista es entender también que esas exigencias son la voz de las mujeres que están, por las que ya se fueron y para las que vendrán. 

Así, cuando protestamos de las formas que sean y desde los espacios que sean, imponemos ante el sistema patriarcal nuestra firme convicción de continuar en esta lucha hasta tirar una a una las estructuras que nos reprimen. Pero además, le recordamos que los pendientes para con las mujeres aún son muchos, pues la visibilidad que actualmente tiene el movimiento no es sinónimo de avance en materia de acceso a condiciones de vida dignas, ya que el hecho de que tengamos que seguir saliendo a las calles a exigir estas condiciones solo habla de la ausencia de acciones y compromisos al respecto por parte del Estado y de la sociedad en general.

En conclusión, con esta reflexión invito a que al momento de emitir una crítica basada en los prejuicios sobre el movimiento feminista y sus acciones, se incluya también un proceso de empatía y compresión que vaya más allá de entenderle como actos simples de rebeldía injustificada; si no como representaciones del sentimiento individual y colectivo sobre lo que ha significado ser mujer en un sistema hecho por hombres y para hombres. 

“Las que ya no están” Autor: Abraham Caballero

Un comentario en “La protesta feminista: Voces de lucha y resistencia

  1. Me parece interesante tu reflexión y acertada
    Comparto algunas ideas desde mi punto de vista de cualquier proyecto.
    1 Se debe tener una idea clara sobre su objetivo general y específicos para el emisor y receptor
    Ya que por lo regular algunas protestas suelen distorsionar su objetivo debido a las diferentes acciones realizadas por el grupo.
    2 El grupo protestante al pedir empatía sobre sus ideas tema bien debería considerarlo hacia los demás grupos (familias, comerciantes, etc.)

    Es bueno saber que sigues dando voz sobre lo que te apasiona
    Y que tus ideas a pesar del tiempo no han cambiado y siguen siendo más claras t
    Con cariño y respeto para la Lic Solyenitzi Franquiz Hernandez

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