Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte I)

Por: Alan Pérez

Este fractal es el primero de una serie de tres textos. En el presente, expongo lo que se conoce en la actualidad como la pop-filosofía; en el siguiente, trato el modo en que tal devenir-otra de la filosofía permite reflexionar acerca de la música-pop contemporánea; y en el último, acometo un análisis pop-filosófico del álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone, la que es una de las figuras más destacadas de la música-pop italiana de la segunda década del siglo XXI.

A finales del siglo XX, Gilles Deleuze y Félix Guattari afirmaron que la filosofía era concebible como “el arte de formar, de inventar, de fabricar conceptos.[1]  Fieles a tal concepción, creo que no existe obra del pensamiento que maquine más singularidades conceptuales que la de ambos autores. Desde el concepto de rizoma, pasando por la idea de devenir, hasta la noción de ritornelo, Deleuze y Guattari construyeron un cuerpo conceptual vibrante, heterogéneo y novedoso, por el que consiguieron pensar o sentir el movimiento trepidante y caótico de la actualidad.

Y es que el mundo de nuestros días vibra con la cultura-pop. No hay quién no haya jamás gozado de ver algún capítulo de la telenovela de Betty, la fea o la serie de Breaking Bad; de escuchar la canción de Despacito o de asistir a un concierto de Madonna; de leer alguno de los libros de Harry Potter o de acudir a una proyección de la saga de Star Wars; de construir una casa en Minecraft o de presenciar un partido de la Copa Mundial de la FIFA; entre otras actividades o productos de lo que se considera el entretenimiento global, masivo y estandarizado de las sociedades contemporáneas. Tan así que, incluso, la misma filosofía participó del disfrute de tal universo, en el que aquella se vio forzada a devenir-otra, a saber: pop-filosofía.[2]

Fuente: Critical-theory.com

El concepto se actualiza cada vez que acontece en la obra de Deleuze y Guattari.[3] En tal modo, no hay una definición sistemática, coherente, lineal y estable de la pop-filosofía. Según De Sutter, tal noción se corresponde de manera simultánea con a) una teoría de la lectura, en la que el lector es afectado por el libro, de igual modo que una fotografía, una canción o una película nos produce algo; b) un estilo del afuera, en donde la filosofía se ve forzada a salir de sí misma para conectarse con lo que ella no es; c) una pragmática de la conexión, en la que se practica la transformación de cualquier cosa en un misterio determinado con el objeto de experimentar una descarga eléctrica; y d) una ontología de la intensidad, en el que lo que es la filosofía deviene-otra a través de cualquier medio y de cualquier conexión con otra cosa, a excepción de que carezca de intensidad.[4]

¿Cuál es la razón por la que la noción de pop-filosofía se mienta de tantos modos? Desde mi punto de vista, el problema deriva del vocablo pop o popular, puesto que no enuncia sino un fenómeno indiferenciado, caótico y vacío que se engarza con lo diferenciado, ordenado y lleno de la filosofía. De ahí que lo fundamental sea el modo en que la disciplina filosófica se conecta con el mundo pop, es decir, qué es lo que pasa y qué es lo que deja pasar, de qué manera y por qué algo pasa y no pasa cuando se efectúa el acoplamiento de una máquina filosófica y una máquina popular. Al final de cuentas, el pop arrastra a la filosofía a una fuga de sí misma, en la que los afectos moleculares de aquel irrumpen en los conceptos molares de ésta.[5]

Fuente Deleuze y Guattari, Mil Mesetas…, p. 9.

Así pues, me parece que la pop-filosofía es un concepto rizomático; pero, ¿qué es un rizoma en los términos de Deleuze y Guattari?[6] El anterior consta de los siguientes principios: a) el de conexión y heterogeneidad: un rizoma conecta unos puntos cualesquiera con otros puntos cualesquiera y pone en juego una serie de regímenes distintos de signos sin relación de necesidad[7]; b) el de multiplicidad: un fenómeno tal es una multiplicidad que trasciende lo Uno y lo múltiple, y que carece de sujeto y de objeto en la medida en que posee unas dimensiones que al aumentar de tamaño cambian de naturaleza, es decir, establecen más conexiones heterogéneas[8]; c) el de ruptura asignificante: un rizoma se interrumpe en cualquier parte e irrumpe en cualquier otra sin que sea indispensable la restitución de una cadena o una estructura significante/significado, por lo que comprende unas líneas segmentarias que lo territorializan en el sentido y unas líneas de fuga que lo desterritorializan en el sinsentido[9]; y, finalmente, d) el de cartografía y calcomanía: un fenómeno tal es un mapa y no una copia, por lo que siempre está abierto, posee múltiples entradas y es “capaz de ser conectado en todas sus dimensiones, desmontable, alterable, susceptible de recibir frecuentemente modificaciones.”[10]

Fuente: YouTube

En suma, pienso que el concepto de pop-filosofía se basa en una lógica del Y (“Y…, y…, y…”), la cual destruye el verbo ser y traza un movimiento transversal entre tal o cual elemento en un proceso de conjunción, es decir, en un devenir-otro. En este sentido, la filosofía no es más filosofía si entra en contacto con las fuerzas de lo popular, puesto que deviene pop; además, el pop no es más pop si se topa con la energía de la filosofía, ya que deviene intensidad. En consecuencia, la pop-filosofía es el devenir-pop de la filosofía y, al mismo tiempo, el devenir-intensidad del pop.

Ya que la filosofía es definida como el arte de inventar conceptos, entonces la pop-filosofía es delimitable como la industria de producir afectos: “La pop-filosofía —dice De Sutter— es el ser-afectado de la filosofía; es la filosofía, una vez que volvió a meter en el armario sus aspiraciones a la racionalidad fría, a la explicación argumentada, a la compresión fina, a la interpretación lógica. Es la filosofía devenida esquizo […]” o, mejor, es la filosofía que se desterritorializa de la razón al mismo tiempo que se territorializa en el cuerpo.[11]

Un cuerpo que vibra cuando escucha o canta música, el que no se preocupa por saber si la anterior es clásica o popular; puesto que no fue sino la razón la que instituyó dicha (falsa) división en el universo musical. Antes de sentir, el cuerpo de la filosofía pensó y, luego, dicotomizó el mundo: arriba/abajo, izquierda/derecha, complejo/simple, arte/mercancía, genio/masa, cultura/naturaleza, etcétera. Así pues, la pop-filosofía es un modo de transgredir las brechas instauradas por la filosofía, en la medida en que potencia la sensibilidad del cuerpo filosófico en relación con las intensidades de la música-pop.

En cualquier caso, la pop-filosofía no proporciona sino la pauta para tal empresa: el rizoma, es decir, la lógica acentrada por medio de la que cualquier cosa se conecta con cualquier otra en cualquier orden y sin ninguna jerarquía. Sin embargo, aquella no plantea y no podría, pues cualquier conexión es siempre singular qué cosa debe ser conectada con la música-pop para que se establezca el flujo de intensidades. El lector tendrá que esperar a la siguiente entrega del presente fractal para obtener una respuesta, a pesar de que ya he ofrecido algunas pistas al respecto; pues, ¿qué es lo que siente el cuerpo? Deleuze y Guattari dirán: perceptos y afectos, bloques de sensaciones, seres de sensaciones, es decir, devenires.[12] Y es que en la música-pop existen también y no sólo en la música-clásica los devenires, como el devenir-desnuda de Annalisa Scarrone.


[1] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, ¿Qué es la filosofía?, p. 8.

[2] De Sutter, Laurent, ¿Qué es la pop-filosofía?, pp. 17-20.

[3] Véase Ibidem, pp. 9-16.

[4] Ibidem, pp. 13-21.

[5] Ibidem, pp. 32-36.

[6] Ya lo señalaban ambos autores en la siguiente cita: “Cultural, el libro es forzosamente un calco: calco de sí mismo en primer lugar, calco del libro precedente del mismo autor, calco de otros libros a pesar de las diferencias, reproducción interminable de conceptos y de palabras dominantes, reproducción del mundo presente, pasado o futuro. Pero el libro anticultural todavía arrastra un gran lastre cultural: no obstante, hará de él un uso activo de olvido y no de memoria, de subdesarrollo y no de progreso a desarrollar, de nomadismo y no de sedentarismo, de mapa y no de calco, RIZOMÁTICA = POP ANÁLISIS, incluso si el pueblo tiene algo más que hacer que leer, incluso si los bloques de cultura universitaria o de pseudocienticidad continúan siendo demasiado penosos o pesados.” (Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, p. 28).

[7] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Rizoma, pp. 30-32.

[8] Ibidem, pp. 32-36.

[9] Ibidem, pp. 36-40.

[10] Ibidem, pp. 41-50.

[11] De Sutter, Laurent, op. cit., pp. 55-56.

[12] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, ¿Qué es la filosofía?, p. 170.


Lista de referencias

  1. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, ¿Qué es la filosofía?, 4ta edición, Anagrama, Barcelona, 1997.
  2. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Rizoma, 3ra edición, Fontarama, México, 2019.
  3. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, 5ta edición, Pre-Textos, Valencia, 2002.
  4. De Sutter, Laurent, ¿Qué es la pop-filosofía?, 1ra edición, Cactus, Buenos Aires, 2020.

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