Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte III)

Por: Alan Pérez

Este fractal es el último de una serie de tres textos. En el primero, expuse lo que se conoce en la actualidad con el nombre de pop-filosofía[1]; en el segundo, traté el modo en que tal devenir-otra de la filosofía permite reflexionar sobre la música-pop contemporánea[2]; y en el presente, realizo un análisis pop-filosófico del álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone, la que es una de las representantes más destacadas de la música-pop italiana de la segunda década del siglo XXI.

Una vez que se sabe la pauta que puede potenciar “la sensibilidad del cuerpo filosófico en relación con las intensidades de la música-pop”[3]: el rizoma o, mejor, la lógica acentrada mediante la que una cosa cualquiera se conecta con otra sin un orden prestablecido y sin ningún tipo de jerarquía; y una vez que se conoce la cosa que debe ser conectada con “la música popular para que se establezca el flujo de intensidades mediante las que el cuerpo filosófico” vibre con el mundo del pop[4]: los devenires, es decir, los seres de sensación, los bloques de sensaciones, los perceptos y los afectos, se posee el instrumental necesario para efectuar un análisis rizomático del proyecto scarroniano del devenir-desnuda.

El 18 de septiembre de 2018 se publicó el álbum Nuda de Annalisa Scarrone (mejor conocida como Annalisa o Nali). Un disco de música-pop que consta de 13 canciones, el que se basa en el concepto de “ponerse al desnudo”[5] y el que se divide en dos partes interconectadas: el lado A (Nuda, Romántica con J-Ax, Tsunami, Houseparty, Cena di Natale y Bonsai) y el lado B (N.u.d.a. con Achille Lauro, Piove col sole, Principessa con Chadia Rodríguez, Graffiti, D’oro, A te cosa piace fare y Vento sulla luna con Rkomi)[6]. Una distribución tal que depende —según mi punto de vista— de la conexión que existe entre tal o cual pieza musical y tal o cual dimensión territorial de la máquina scarroniana: el lado A contiene las canciones que representan el personaje que está en una fotografía —y que responde a la pregunta ¿quién es Nali?— y el lado B comprende las piezas que simbolizan el paisaje que no está en una instantánea —y que compete a la cuestión ¿qué es, además, Annalisa?[7]

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Pero, ¿a qué se refiere Annalisa Scarrone cuando habla de ponerse al desnudo? Me parece que tal verbo en infinitivo plantea un programa musical que se reparte en cada una de las canciones que forman parte de tal disco. No por nada, y sin afán de jerarquía, el material discográfico de Annalisa contiene dos pistas que se relacionan con dicha idea: Nuda, la que abre el disco y clama por la “verdad”; y N.u.d.a., la que cierra el álbum y pregona por la “crudeza”. ¿No será posible que tal programa sea un llamado a un devenir, esto es, a un devenir-desnuda? ¿O, mejor, no será que aquel es el agenciamiento de un devenir-desnuda en los términos de Gilles Deleuze y Félix Guattari?[8]

Según la cantautora, el lado A fue concebido como “la foto que se postea en las redes sociales, en la que estás tú, en tu casa, en tu trabajo, en tu vida cotidiana”, la que eliges publicar porque simbolizan de mejor manera “lo que eres”; mientras que el lado B se define como “los pequeños elementos” que no entran en las cuatro líneas de la instantánea, los que ofrecen “un sentido más profundo” a la representación de lo que somos en la medida en que aquellos agregan “ideas, particularidades, matices a eso que está delante del sujeto central.”[9] En este sentido, el lado A delimita unos territorios (casa, trabajo y vida) que son la firma de Nali, es decir, unas coordenadas existenciales que constituyen lo que se ve (parafraseando a la cantautora) de aquel personaje; y el lado B puntea una tierra lejana (de elementos moleculares) en relación con tales territorios, esto es, unas líneas de fuga que destruyen lo que se ve de Annalisa. Y, además, a mitad de camino, esto es, en la intersección entre el personaje y el paisaje, se marca un umbral por el que el adentro de la fotografía no es sino el modo en que se pliega el afuera de la misma.[10]

Así pues, me parece que el disco Nuda se comporta como un agenciamiento musical, puesto que esboza, en primer lugar, un “centro estable y tranquilo en el seno del caos” (personaje); traza, en segundo lugar, “un círculo alrededor del centro frágil e incierto” (el umbral entre el personaje y el paisaje); y abre, en tercer lugar, el círculo, ya porque se permita la entrada del caos o porque se posibilite la salida al caos (el paisaje)[11]. Y, en cuanto tal, un agenciamiento se compone tanto de una forma de la expresión como de una sustancia del contenido, en el que la primera se corresponde con la maquinación de los sonidos, en tanto que agenciamiento directo de lo sonoro (piénsese el sintetizador del régimen moderno de producción musical) y en el que la segunda se refiere a un devenir molecular en tanto que el desnudo se desterritorializa de lo visual. En suma, en el proyecto scarroniano del álbum Nuda puede definirse de la siguiente manera: Annalisa deviene desnuda y, a su vez, el desnudo deviene sonido[12].

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Ahora bien, la cuestión del desnudo engarza la máquina filosófica de Giorgio Agamben con la máquina popular de Annalisa Scarrone, y viceversa; ya que “la desnudez, en nuestra cultura, es inseparable de una signatura teológica” y, además, herética[13]. Todos han escuchado del relato del Génesis, en el que Eva y Adán, después de comer el fruto prohibido por el Padre en función de la seducción de la Serpiente, se percatan por primera vez de que están desnudos. Antes de la caída, tales personajes se encontraban cubiertos por un vestido de gracia que se adhería a ellos como un hábito glorioso. De ahí que la desnudez no sea sino la pérdida de dicho vestido para Eva y Adán, por lo que existe una conexión entre la desnudez y el vestido y, por lo tanto, entre la naturaleza humana y la gracia divina.[14] Sin embargo, tal relato constata también el Nacimiento de una alianza demoniaca entre Eva y la Serpiente a través de la manzana de la discordia, puesto que la desnudez no es sino el castigo de la transgresión del mandato del Señor Dios. Por ello, la desnudez implica siempre una conexión con un animal anómalo, tal y como sucede en el caso de la máquina-Annalisa, la que entabla un vínculo herético con la Serpiente —y no con Adán[15]— hasta el punto en que el desvestirse no es sino el acto por el que aquélla adquiere las potencias del cuerpo de tal réptil bíblico: desprenderse de la piel, arrastrarse en la tierra y seducir a los otros.[16], [17]

El relato del Génesis está esculpido sobre un relicario de plata del siglo XI[18]. Una de las partes de tal relicario muestra a Eva y Adán justo antes de la expulsión del Edén. Luego de que ambos se percataron de su desnudez y fueran amonestados por el Creador, este último “hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles y los vistió.”[19] El artista del relicario representó a Adán ya vestido, y triste; y a “Eva con las piernas todavía desnudas en el acto de ponerse la túnica que el Señor parece hacerle vestir a la fuerza. La mujer […] resiste con todas sus energías a la violencia divina […]”[20]. Lo anterior adquiere sentido cuando se recuerda que ese es el último momento en el que dichos personajes aún pueden estar desnudos en el Paraíso terrenal, antes de ser vestidos con pieles y expulsados para siempre a la Tierra[21]; por lo que Eva no sería —para Agamben— sino un “símbolo de femineidad, que hace de la mujer la tenaz guardiana de la desnudez paradisíaca.”[22] No obstante, tal sentido no es el único posible, puesto que la filiación del Padre con Adán y la resignación de éste en correspondencia con la norma divina se contrapone a la alianza de la Serpiente con Eva y a la negativa de ésta en relación con dicho mandato; por lo que Eva no sería —según Annalisa— sino una potencia feminista, que hace de la mujer la reivindicadora de la “sororidad” y la “completud”.[23] Así pues, en la canción Eva + Eva, la resistencia de tal personaje implica un “hacer equipo” entre hermanas en tanto que la estrategia micropolítica de una máquina-desnuda (piénsese en el uso del vocablo “descalzas” en la lírica y en el sonido de armas de fuego en el coro)[24], en la que la unión y la cercanía entre Eva y Eva se vuelve una línea de fuga que parte de la caída (de ahí el inicio de la lírica: “Déjame caer”) con miras a otra Tierra (“Caracas”) o a la nada: “No me basta un solo nombre, soy Eva más Eva, somos Eva más Eva; cualquier cosa que suceda, no te detengas: tómame de la mano, nos perderemos en la multitud.”[25]

Finalmente, “la desnudez no es un estado, sino un acontecimiento” que no tiene lugar en tanto que aquella comporta siempre un acto de desnudamiento de la apariencia (“verdad”)y de puesta al desnudo del cuerpo (“crudeza”)[26]. De nueva cuenta, el relato del Génesis muestra que el fruto que la Serpiente ofrece a Eva (y, solo después, a Adán) proviene del árbol del conocimiento del bien y del mal, el que posibilita la apertura de los ojos y la comunicación de tal conocimiento, es decir, la desnudez o, mejor, la posibilidad del conocimiento de la visibilidad pura y la presencia absoluta más allá de cualquier velo, las que, sin lugar a dudas, siempre se mantienen inefables[27]. En este sentido,el striptease es quizá el mayor paradigma de la relación de nuestra cultura con la desnudez, puesto que nunca puede “saciar la mirada a la que se ofrece […], incluso cuando la más pequeña porción de vestimenta ha sido removida, cuando todas las partes ocultas se han exhibido con desfachatez.”[28] En consecuencia, la máquina-Annalisa efectúa un striptease en el que la línea molar que representa quién es Nali se divide, fragmenta y distribuye en unas líneas moleculares que subvierten lo qué es Annalisa[29].

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Tal agenciamiento existe de manera simultánea a nivel visual, lírico y sonoro, en el que el resultado es precisamente el mismo: una superficie blanca (y un espejo/tacones), una escena muda y una voz afónica (y onomatopéyica). En el primer caso, las tres portadas representativas del álbum muestran el desnudamiento de un personaje construido por un paisaje de personajes concretos(el Tsunami, el Bonsái, el Desnudo, etcétera) que, primero, se abstraen en un personaje/paisaje discursivo y que, después, se pierden en el paisaje abstracto de una superficie blanca (y dos puntos de subjetivación).[30], [31] En el segundo caso, las letras de las canciones que componen el disco constituyen una puesta al desnudo del conjunto inconexo de los territorios existenciales del sujeto-Nali (“Quiero ser onda…”, “Me siento un árbol…”, “Verdadera, desnuda…”, etcétera), los que experimentan un proceso de desterritorialización para anclarse en un tinglado conexo de otros territorios existenciales de la subjetividad-Annalisa (“…y devenir espuma”, “…y soy un bonsái”, “Desnuda: una escena muda”, etcétera)[32]. En el tercer caso, la composición de las piezas del álbum enuncian un devenir-desnuda en el que cada uno de los personajes concretos devienen unas secuencias lineales del paisaje melódico (la marea en Tsunami, el reloj en Bonsái, el viento en Vento sulla luna, la serpiente en N.u.d.a, etcétera) y, a su vez, en el que cada uno de los elementos del paisaje abstracto devienen unas intensidades expresivas del personaje rítmico —es decir, el Desnudo—: ya sea que se considere el modo en que los personajes concretos del sujeto-Nali se incrustan en dichas canciones como onomatopeyas[33] o la manera en que la voz-molar de Annalisa se disgrega en voces-moléculas de ecos, bucles, superposiciones, descomposiciones, etcétera[34].

En cualquier caso, la desnudez visual, lírica o sonora no significan nada, pero nos atraviesan, pues no son sino pura y simple intensidad: la superficie blanca, la escena muda o la voz afónica no son sino lo que Deleuze y Guattari tildan con el vocablo de cuerpos sin órganos, es decir, unas zonas desorganizadas, insignificantes y asubjetivas, en las que fluye el deseo hacia otras Tierras o hacia la Nada[35]. Un tanto como si el rostro (desnudo) que exhibe la desnudez del cuerpo nos dijera: “¿Querías ver mi secreto? ¿Querías esclarecer mi envoltura? Entonces, mira esto, si eres capaz, ¡mira esta absoluta, imperdonable ausencia de secreto! El matema de la desnudez es, en este sentido, simplemente: haecce!, “no hay nada más que esto”, y eso es todo[36].


[1] Pérez, Alan, “Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte I)”, [en línea], en Fractales-ReMJI, 29 sept. 2022.

[2] Pérez, Alan, “Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte II)”, [en línea], en Fractales-ReMJI, 19 oct. 2022.

[3] Pérez, Alan, “Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte I)”, op. cit., párr. 9.

[4] Pérez, Alan, “Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte II)”, op. cit., párrs. 2 y 7.

[5] Scarrone, Annalisa, “Prima Parte”, en Nuda10 a parole (podcast), 29 sept. 2020, 00:45-01:38. De aquí en adelante, la totalidad de las traducciones son de mi autoría.

[6] Una segunda versión del mismo —que se llamó Nuda10 por el número de años en activo de la cantautora italiana— vio la luz durante la participación de Annalisa Scarrone en la 71° edición del Festival de la Canción Italiana de San Remo (2021), en el que se incluyeron —además de las pistas señaladas— las canciones de Dieci, Eva+Eva, Amsterdam con Alfa, Movimiento lento, Alice e il blu e Il mondo prima di te con Michele Bravi.

[7] Ibídem, 00:10-00:20.

[8] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, pp. 239-257.

[9] Ibídem, 03:29-04:33.

[10] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, op. cit., pp. 513-515.

[11] Ibídem, pp. 317-327.

[12] Deleuze, Gilles, Derrames entre capitalismo y esquizofrenia, pp. 223-237. Hay que aclarar una posible confusión en relación con las metáforas que Annalisa utiliza para la descripción del programa que se contiene en el disco Nuda, las que se sintetizan en la dicotomía que existe entre “lo que se ve” y “lo que no se ve”. Se podría decir que el devenir-desnuda de la máquina-Annalisa es plenamente visual; sin embargo, no se olvide que tal devenir presupone una maquinación del sonido que agencia de manera directa sobre lo sonoro —y no sobre lo visual—. En cualquier caso, lo señalado no elimina la posibilidad —como sucede en el programa musical— de que se inserten fragmentos de otros agenciamientos que se dirigen en línea recta a la visualidad, tal y como se constata en las tres portadas representativas de dicho álbum (véase más adelante). Además, téngase en cuenta que, por un lado, la maquinación del sonido que agencia sobre lo sonoro ha presupuesto otro tipo de devenires moleculares: por ejemplo, el devenir-pájaro (Messiaen) o el devenir-rostro (Berio); y que, por el otro, el devenir-desnudo ha presupuesto otro tipo de maquinaciones: por ejemplo, la maquinación de la pintura que agencia sobre la figura (Picasso).

[13] Agamben, Giorgio, Desnudez, p. 83.

[14] Ibídem, pp. 83-85.

[15] Scarrone, Annalisa, “Terza Parte”, en Nuda10 a parole (podcast), 13 abr. 2021, 03:56-04:40.

[16] Scarrone, Annalisa y Lauro, Achille, “N.u.d.a. (Nascere humani diventari animali)”, en Nuda, 2020, 00:32-00:42, 01:43-01:50 y 02:30-02:44.

[17] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, pp. 253-257.

[18] Agamben, Giorgio, op. cit., p. 89.

[19] Ibídem, pp. 89-90.

[20] Ibídem, p. 90.

[21] Ibídem, pp. 91.

[22] Ibídem, p. 91.

[23] Scarrone, Annalisa, “Terza Parte”, en op. cit., 02:45-04:40.

[24] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, op. cit., pp. 360-365.

[25] Scarrone, Annalisa, “Eva + Eva”, en Nuda10, 2021, 02:10-02:34.

[26] Agamben, Giorgio, op. cit., pp. 94-105.

[27] Ibídem, pp. 117-118.

[28] Ibídem, pp. 97.

[29] Deleuze, Gilles y Félix, Guattari, op. cit., pp. 217-225.

[30] Véase la Imagen 1, la Imagen 2 y la Imagen 3 del presente texto, respectivamente.

[31] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, ¿Qué es la filosofía?, pp. 176-185.

[32] Scarrone, Annalisa, “Tsunami”, en Nuda, 2020, 00:42-00:46; Scarrone, Annalisa, “Bonsái”, en Nuda, 2020, 00:37-00:40; y, de manera cruzada, Scarrone, Annalisa, “Nuda”, en Nuda, 2020, 01:00-01:06 y Scarrone, Annalisa y Lauro, Achille, op. cit., 01:02-01:05; respectivamente.

[33] Por ejemplo, el sonido de un bostezo en Scarrone, Annalisa, “Houseparty”, en Nuda, 2020, 00:04-00:09; el ruido de una copas chocando en Scarrone, Annalisa y Rodriguez, Chadia, “Principessa”, en Nuda, 2020, 01:25-01:32; el sonido de un gato en Scarrone, Annalisa, “Piove col sole”, en Nuda, 2020, 03:16-03:20; etcétera.

[34] Verbigracia, Annalisa, Scarrone, “Graffiti”, en Nuda, 2020, 01:15-01:19; Scarrone, Annalisa, “Piove col sole”, en Nuda, 2020, 00:02-00:55; Scarrone, Annalisa y Lauro, Achile, op. cit., 02:30-02:43; etcétera.

[35] Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, op. cit., pp. 160-170.

[36] Agamben, Giorgio, op. cit., p. 130.


Lista de referencias

  1. Agamben, Giorgio, Desnudez, 1a edición, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2011.
  2. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, ¿Qué es la filosofía?, 4ta edición, Anagrama, Barcelona, 1997.
  3. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, 5ta edición, Pre-Textos, Valencia, 2002.
  4. Deleuze, Gilles, Derrames entre capitalismo y esquizofrenia, 1a edición, Cactus, Buenos Aires, 2005.
  5. Pérez, Alan, “Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte I)”, [en línea], en Fractales-ReMJI, 29 sept. 2022, consultado en: https://remji-fractales.com/2022/09/29/devenir-desnuda-el-album-nuda-2020-de-annalisa-scarrone-desde-la-pop-filosofia-parte-i/.
  6. Pérez, Alan, “Devenir-desnuda: el álbum Nuda (2020) de Annalisa Scarrone desde la pop-filosofía (parte II)”, [en línea], en Fractales-ReMJI, 18 oct. 2022, consultado en: https://remji-fractales.com/2022/10/18/devenir-desnuda-el-album-nuda-2020-de-annalisa-scarrone-desde-la-pop-filosofia-parte-ii/.
  7. Scarrone, Annalisa y Chadia, Rodríguez, “Principessa”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Giovanni Cerrati, Jack Camilleri, Patrizzio Simonini y Michele Canova, Warner Music, Italia, 2020.
  8. Scarrone, Annalisa y Lauro, Achille, “N.u.d.a. (Nascere humani diventari animali)”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Lauro De Marinis, Daniele Lazzarin y Michele Canova, Warner Music, Italia, 2020.
  9. Scarrone, Annalisa, “Bonsái”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Giulia Anania y Davide Simonetta, Warner Music, Italia, 2020.
  10. Scarrone, Annalisa, “Eva + Eva”, en Nuda10, compositores Annalisa Scarrone, Dario Faini y Federico Bertollini, Warner Music, Italia, 2021.
  11. Scarrone, Annalisa, “Graffiti”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Vincenzo Colella, Leonardo Zaccaria y Michele Canova, Warner Music, Italia, 2020.
  12. Scarrone, Annalisa, “Houseparty”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Davide Simonetta y Jacopo Ettore, Warner Music, Italia, 2020.
  13. Scarrone, Annalisa, “Nuda”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Davide Simonetta, Paolo Antonacci y Andrea De Filippi, Warner Music, Italia, 2020.
  14. Scarrone, Annalisa, “Piove col sole”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Daniele Lazzarin y Michele Canova, Warner Music, Italia, 2020.
  15. Scarrone, Annalisa, “Prima parte”, en Nuda10 a parole (podcast), 29 sept. 2020, consultado en: https://open.spotify.com/episode/1OQPZq1OgwDHLPAUGn2NgY?si=9e45bae5cf9c4071.
  16. Scarrone, Annalisa, “Terza Parte”, en Nuda10 a parole (podcast), 13 abr. 2021, consultado en: https://open.spotify.com/episode/5jXOn9VMyXUPZpgM2hMs96?si=03b45e597e23491c.
  17. Scarrone, Annalisa, “Tsunami”, en Nuda, compositores Annalisa Scarrone, Davide Simonetta y Alessandro Raina, Warner Music, Italia, 2020.

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