La ciudad como elemento constitutivo de las narrativas cinematográficas del cine de ficción distópico

Por: J.J. Bermúdez

Para comenzar este breve escrito, es preciso señalar nuestro punto de enfoque cinematográfico partiendo de un elemento arquitectónico: la ciudad, como centro del arte y los mundos virtuales en donde se inserta. La ciudad es el elemento central de las narrativas gráficas, audiovisuales, y literarias, no solo nos contextualizan en tiempo y espacio, sino que son el lugar del desarrollo de las acciones y también construyen o se adhieren a quienes la habitan, como ejemplo general, Batman no podría ser lo que representa sin Gotham City, y de igual manera Gotham City no tendría el más mínimo valor de significación sin el justiciero que ronda sus peligrosas calles de noche.

Esta complementación del espacio donde se manifiestan los sujetos y sus acciones desemboca en el impacto que estas pueden tener para el espectador, pues la audiencia busca asociarse de alguna manera a la obra que percibe, un lugar que le sea familiar; conocido; o bien ambientado, lo inserta en la dinámica de relación directa con la obra.

Bajo estas nociones previas, nos sumergimos en el cine de Neill Blomkamp, el sudafricano que sorprendió al mundo en el año 2009 con su ópera  prima “District 9”. Una obra de ciencia ficción regida bajo el formato de falso documental, técnica bien llevada e infalible para que su obra se vea verosímil, presentándonos los hechos en Johannesburgo, Sudáfrica, una de las ciudades quizá menos exploradas en las grandes producciones hollywoodenses y de la cual nace la idea de este escrito.

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En una entrevista, mientras promocionaba Chappie, le preguntaban a Neill Blomkamp por qué mostraba a Johannesburgo tan violenta, sucia y fea, a lo que él respondió: “¿Has estado alguna vez allí? Porque en realidad es violenta, sucia y fea. Ahí crecí y sé de lo que te hablo”. Bajo esta respuesta podemos deducir que al introducir a Johannesburgo como espacio para la manifestación de acciones futuras distópicas, Neill trata de acercarnos a una realidad idealizada bajo un contexto significativo de la asociación de valores personales con las ideas artísticas. 

El éxito de “District 9” radica en gran parte a que la nave extraterrestre protagonista en la cinta no llega a Nueva York, ni a Londres, ni París, sino que llega a la ciudad menos esperada: Johannesburgo. Gracias a que los hechos se desarrollan en dicha ciudad es que puede materializar su idea antiutópica, hay un gran realismo en que sea Johannesburgo, una ciudad poco urbanizada e industrializada, en donde los altos índices de mortalidad, enfermedad y pobreza, llevan a conductas desviadas, y en donde como el propio Blomkamp ha dicho, en una ciudad violenta y sucia; se preocupen sólo y únicamente por su propia supervivencia, pues ni siquiera las necesidades básicas fisiológicas pueden ser cubiertas en su totalidad o satisfactoriamente, lo cual difícilmente les permite ser racionales, empáticos y amables con una especie que no es la propia; por eso es que Blomkamp puede mostrar sin problemas una población racista, discriminatoria y xenófoba, pues como se mencionó anteriormente, es una población que se preocupa por sobrevivir el día a día y difícilmente bajo dichas circunstancias se puede empatizar con algo que no sea la satisfacción de las necesidades fisiológicas elementales que todo ser humano necesita para una vida digna.

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Sostenemos bajo esta concepción que, gran parte del éxito de “District 9” está aunado a que Johannesburgo sea el epicentro del desarrollo de los conflictos y argumentos narrativos estético visuales. La narrativa y argumento no se hubiesen sostenido si los hechos hubiesen sido desarrollados en Nueva York, París,  Moscú, Vancouver, Ciudad de México o cualquier otra gran metrópoli de las cuales Hollywood ha otorgado visiones utópicas y de constante desarrollo.

Pero entonces, ¿qué pasó en la película Chappie? También obra de Bloomkamp. ¿Por qué Chappie fracasó rotundamente en crítica y taquilla si también los hechos suceden en Johannesburgo? Chappie tiene grandes ideas, pero mal desarrolladas, aquí Johannesburgo no es más que un pretexto para que el personaje entre en acción, no hay una reflexión social en torno al espacio, es más, después del inicio de la película da igual si es Johannesburgo, Ciudad de México, Nepal o El Salvador. No hay una relación directa entre el sujeto y el espacio que lo redefine, simplemente el argumento va de una ciudad tan violenta que necesita un cuerpo policiaco robótico que la neutralice, punto. De ahí en fuera Chappie se centra en tratar de mostrar que los soportes tecnológicos como la inteligencia artificial no únicamente difuminan nuestra percepción entre lo que es real y lo que no lo es, sino que la tecnología puede redefinir nuestras nociones de realidad, conocimiento, libre albedrío y con lo que la cinta concluye, conciencia.

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Es así que de manera breve podemos concluir que si Neill Blomkamp quiere volver a las sendas del éxito, tendrá que plantearse que la construcción de relaciones entre espacios de manifestación de las acciones y sujetos que habitan dichos espacios, sea constitutiva, histórica, anacrónica y con relevancia de crítica social, pues los futuros antiutopicos necesitan de un planteamiento verosímil, y también dudamos de que el falso documental esté siempre al servicio del director para provocar una catarsis en el espectador, refiriéndonos a este último término tal y como se plantea en la poética aristotélica. 


[1] Imágen correspondiente a fotograma de la película “District 9”.

[2] Imagen correspondiente a un fotograma de la película “District 9”.

[3] Imagen correspondiente a un fotograma de la película “Chappie”.


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