¿A dónde nos llevará el desarrollo de la inteligencia artificial?
Por: J.J. Bermúdez
Me encontraba deslizando mi pulgar sobre la polvosa pantalla de mi teléfono inteligente, entre el universo de imágenes que salían a mi encuentro, hubo una que llamó poderosamente mi atención. Sí, era ni más ni menos que una fotografía del Papa Francisco con una combinación de atuendo entre su vestimenta religiosa y el outfit de un rapero o músico de R&B. La imagen, por sí misma, luce muy real, nítida y con elementos que la dotan de verosimilitud.
Me pregunté a mí mismo, ¿es esto real?, y traté de rememorar las acciones y actitudes de este Papa, es un líder religioso algo controversial en ocasiones. Recordé aquella ocasión en que su cuenta oficial de Instagram le dio like a una de las fotografías con poca ropa de la modelo Natalia Garibotto; también la ocasión en que se llevó una pizza sin pagar mientras iba en su papamóvil; o aquella vez en que golpeó bruscamente la mano de una fiel en el vaticano, entre otras.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, no me parecía que este Papa, fuese capaz de violar el código de vestimenta del vaticano, el cual le confiere su estatus de líder religioso, ¿cómo podría alguien con ese cargo hacer algo así? Entonces tuve dos disyuntivas, si las fotografías eran reales, sin duda su intención debería ser posicionarse como un Papa moderno, vanguardista, y que busca la atención de los jóvenes, volverse tendencia y llegar a más gente, aunque ello involucre, necesariamente, la infravaloración de las costumbres católicas más enraizadas en la memoria cultural e histórica, y por supuesto un cambio radical en la manera de mirar a las figuras religiosas y al propio catolicismo.
Pero, y si las fotografías no son reales… ¿Quién las hizo?, ¿cómo?, y lo más importante, ¿por qué?, ¿para qué? ¿Qué buscaba probar, mostrar o comunicar?, entonces comencé a interactuar con la publicación en donde se ostentaban dichas fotografías. En efecto, las reacciones que se visualizan en el post son en su mayoría “me divierte”, en los comentarios los usuarios se burlan y hacen comentarios sarcásticos e irónicos sobre la figura del Papa: “qué divertido” pensé, pero no había rastro sobre la autoría de las fotografías, ni sobre su temporalidad (cuando se crearon), ni sobre su espacio (a qué archivo pertenecen).

Durante todo ese día, y otros dos más. Las fotografías del Papa circularon de manera viral en Facebook, Twitter, Blogs, Sitios web y más, desatando infinidad de comentarios, burlas, sátiras y críticas. Hasta que por fin encontré información sobre la autoría de las fotografías. Resulta que las fotografías fueron editadas por Inteligencia Artificial, develar los procesos, fijar responsables (quién las pidió) y otros detalles están de más. Lo preocupante es que el desarrollo de la inteligencia artificial no solo predice texto (aprende a escribir incluso mejor que nosotros), o nos dice que ruta es la que tiene menor tráfico mientras vamos a nuestro destino, sino que ahora es capaz de crear imágenes totalmente verosímiles, que difuminan los límites entre lo que es real y lo que no. Nada falta, para que esta inteligencia artificial, haga arte, incluso ya escriben guiones de cine, y dentro de poco comenzarán a sustituir la fuerza de trabajo humana, para ser las máquinas quienes hagan las cosas.
Lo que todo esto conlleva, no se sabe aún, pero no luce un panorama nada esperanzador. Esto es una pequeña muestra de lo frágiles y vulnerables que somos ante el flujo sin masa que es la información digital, el poder de los algoritmos y los códigos de ceros y unos. Imágenes sin materia, sin tiempo y sin espacio, que fungen como un ilusionista, un mago que nos disipa de la realidad tangible y objetiva, para embelesarnos con la utopía de imágenes que necesitamos ver; imágenes que nos sumergen más y más en una sociedad del espectáculo, en donde el entretenimiento y la diversión estarán siempre por delante de las funciones sociales que los medios masivos de comunicación deberían preponderar: informar y educar.


Un comentario en “¿PUEDE UNA MÁQUINA DIFUMINAR LOS LÍMITES DE LO REAL?”