Nuevas Miradas de la Sexualidad Humana: una experiencia personal en lo profesional

Por: Marinely Quiroz

Introducción

La sexualidad está presente en el ser humano desde su nacimiento hasta su muerte. De ella se desprenden aspectos trascendentales del desarrollo de las personas que, aunque se llegan a considerar fundamentales, en ellos tiene mucho que ver la sexualidad, por ejemplo; sentimientos, autoestima, afecto, placer, comportamientos, cambios físicos, etc. La sexualidad incluye las formas de expresión de los individuos en diversas esferas, a partir del todo en relación con su contexto. Considerándola como una parte normal de la experiencia humana y está encaminada a miradas como lo son el sexo, género, orientación sexual, la educación formal e informal y las personas con los que se tienen interacciones.

Las sociedades actuales tienen formas diversas de pensamientos que hasta cierto punto influyen en el comportamiento de las personas, ocasionando con ello una serie de estereotipos que en ocasiones generan una incorrecta comprensión de la sexualidad humana y una tendencia a relacionarlo con la moral. Hablar de sexualidad en tiempos en los que existen derechos sexuales y reproductivos es considerado un reto, pero que a su vez es un aspecto en el que frecuentemente se quiere descubrir más al respecto de la sexualidad, pero sin ser juzgados por normas sociales. 

Es por ello que la finalidad de este texto consiste en presentar mi opinión ante estas nuevas miradas con relación a lo vivido durante mi formación profesional como trabajadora social. Todo esto en una misma línea de ética para mostrar una visión holística, pero en sintonía de la realidad en la que nos encontramos los profesionistas de las ciencias sociales para la intervención de problemáticas como lo pueden ser: embarazo adolescente, deserción escolar, incremento de las infecciones de transmisión sexual, discriminación y todas aquellas que limiten el goce de los derechos humanos.

Desarrollo

En primera instancia me gustaría retomar algunos conceptos principales para abordar mi reflexión, la organización mundial de la salud afirma que la sexualidad es un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción[1]. Por ende, es una dimensión básica del ser humano debido a la capacidad que este posee para relacionarse con otras personas, por lo que involucra elementos biológicos, psicológicos, sociales, culturales y espirituales. Juan Luis Álvarez Gayou Jurgenson, planteó que la sexualidad es entonces un conjunto de tres dimensiones: biológica, social y psicológica que se desarrollan en cada persona de forma diferente según las experiencias que tengan a lo largo de la vida [2][2]. Cada uno de estos elementos participa como un todo que constituyen a la sexualidad. Por ejemplo a partir del sexo se determina toda la parte genética como las características físicas y anatómicas de mujer u hombre para posteriormente desempeñar roles que establece la sociedad con respecto al sexo que da como resultado a la identidad de género (construcción social) y la orientación sexual (relación que se tiene hacia otras personas). Este triángulo de dimensiones se desarrolla en cada persona de manera distinta y es un ciclo que inicia con la concepción y finaliza en la muerte como ya se había mencionado en un principio.

Ahora bien, durante mi formación profesional en el área de educación sexual como Trabajadora Social presenté algunos obstáculos, por ejemplo, el enfrentarme a mis propios prejuicios en estas nuevas miradas de la sexualidad humana. Tan solo el hecho de analizar lo complejo que es y sobre todo lo fundamental que llega a hacer para el desarrollo del ser humano que en su totalidad no únicamente abarca un solo aspecto es parte de otros como lo es la identidad. Los procesos de enseñanza formal que yo recibí únicamente se centraban en la parte física y esto genero por supuesto un desconocimiento de mi parte, al no tener educación sexual de manera formal e informal la formación recibida durante la carrera prácticamente era algo nuevo para mi. Sin mencionar el resto de factores como los cognitivos, psicológicos y sociales que formaron parte de mi contexto.

La formación en el tema de la sexualidad humana visto desde la manera científica resolvió todas mis dudas que en su momento como lo es en la etapa de la adolescencia no tenía tan claras. Es gratificante observar que en la actualidad la educación sexual es considerada como integral y que claramente comprende todos los elementos que las personas tenemos que conocer tanto en las edades principales hasta la adultez. Sin embargo, considero que el impartir los temas de educación sexual si es necesario la capacitación profesional ya que en mi caso sirvió mucho para poder transmitir mis conocimientos en estos temas. Evitando comentarios que se pueden malinterpretar como discriminacion a las formas de expresión de la sexualidad. Los espacios en donde yo interacción como lo es principalmente en escuelas puede notar que existen normas en donde clasifican lo correcto e incorrecto en énfasis con la identidad y orientación sexual. Es por ello que sólo a través del respeto podemos generar condiciones de igualdad para el reconocimiento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales de las personas que en medida dan pauta a la generación de espacios de conocimientos.

Conclusiones

El crecimiento personal y profesional con respecto a temas de gran relevancia que día con día se van complejizando es una gran apertura para el desarrollo del ser humano y para la generación de nuevos aprendizajes en torno a la sexualidad humana. Ponen en la mesa algunos problemas que actualmente aún siguen estando como lo es la forma de enseñanza para brindar las herramientas necesarias encaminadas al ejercicio de la sexualidad. Cotidianamente, se tienen muchas oportunidades para abordar la sexualidad que a su vez nos ayudan a conocernos en primera instancia a nosotros mismos para posteriormente compartir de manera positiva lo que nosotros vivimos en estas nuevas miradas de la sexualidad, sin dejar de lado que cada persona tiene derechos y la diversidad que enriquece a nuestras sociedades.


[1]Organización Mundial de la Salud, “La salud sexual y su relación con la salud reproductiva”, [En Línea], en “Organización Panamericana de la Salud”, 2018.

[2][2] Álvarez Gayou Jurgenson, Juan Luis, Sexoterapia Integral, [En Línea], 2011, p. 89.


Referencias

Organización Mundial de la Salud, “La salud sexual y su relación con la salud reproductiva”, [En Línea], en Organización Panamericana de la Salud, 2018, Consultado en: https://www.paho.org/es/temas/salud-sexual-reproductiva#:~:text=Salud%20y%20derechos%20sexuales%20en%20el%20curso%20de%20vida&text=Protegen%20el%20derecho%20de%20todas,2006a%2C%20actualizado%20en%202010.

Álvarez Gayou Jurgenson, Juan Luis, Sexoterapia Integral, [En Línea], 2° Edición, El Manual Moderno, 2011, consultado en: https://biblioteca.unipac.edu.mx/wp-content/uploads/2017/06/Sexoterapia-Integral-2da..pdf

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Por qué es importante la educación integral en sexualidad, [En Línea], consultado en: https://es.unesco.org/news/que-es-importante-educacion-integral-sexualidad

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