La invitación de ser feminista gaga

Por: Geras Contreras

La locura se ha esparcido y nos encanta. Ahora, las artistas y celebridades tienen menos resistencias para expresar sus monstruosidades y disidencias sexogenéricas. Vemos como Janelle Monáe, Brendon Urie y Miley Cyrus declaran ser personas pansexuales. También observamos como el estilo tomboy/butch se desliza por las alfombras rojas en los cuerpos de Billie Elish, Princess Nokia o Kristen Stewart, al lado de masculinidades que exploran nuevos vínculos con la feminidad, como Billy Portier o Harry Style. Cada pasarela se vuelve un juego de re/deconstrucción, donde cada prenda y cuerpo se vuelve más fluido, extravagante y digital.

“Time to be free amongst yourselves // Your mama told you to be discreet // And keep your freak to yourself // But your mama lied to you all this time […] // This is my sexual” (Es hora de ser libre entre nosotras. Tu mamá dijo que seas discreta y guardes tu locura para ti, pero tu mamá te mintió todo este tiempo […]. Ésta es mi revolución sexual)[1]. Si en 2001 había una revolución sexual, ahora estamos en las rebeliones.

“Falso”, “cooptado”, “importados” o “neoliberales” son algunos de los adjetivos que adjudican a estos procesos. En las redes sociales se montan batallas discutiendo sobre si la extravagancia del espectáculo es una lucha real o digna, si cambia o no las normas, tecnologías y dispositivos del género. En Gaga Feminism de Jack Halberstam, publicado en 2012, propone que las expresiones contemporáneas de arte construyen nuevas políticas de género que obedecen a los estándares que esta época postcapitalista e hiper/de-globalizada requiere.[2] El quinto libro de Halberstam, quien es profesor en el departamento de literatura comparada en Colombia y es un autor clave en las teorías queer, abre la discusión para pensar las nuevas (o no tan nuevas) formas de resistencia corporales que han surgido y se han visibilizado sobre los sujetos mediáticos. Nuevas estrategias que pueden acabar con “lo normal” y replantear qué es la intimidad, las relaciones afectivas, el cuidado y el mismo cuerpo[3], un conjunto que el autor denomina feminismo gaga.

Fuente: Beacon Press.

Como el nombre lo señala (o, al menos, es claro para generaciones recientes), Jack Halberstam desarrolla su propuesta con base en la imagen de Lady Gaga, una artista que, mediante su teatralidad inesperada de vestidos de carne y alter egos, es una de las representantes en este mundo postcapitalista de un legado de artistas queer que desafían el performance de género. Así pues, Halberstam propone que seamos gaga; es decir, loca, inesperada, dramática y que habitemos en los márgenes, en lugar de luchar por la asimilación de las estructuras opresión (p. xxv).[4] Un feminismo que no plantea la igualdad o la abolición, sino la explosión de todas las normas (p. 25).[5]

El libro hace un recorrido para situar el arreglo contemporáneo de las políticas de género e inspeccionar estrategias para desestabilizar y resistir, a través de filmografías, series de televisión y animaciones, como de Mr. Fox, Bob Esponja y Dory. En el absurdo que parece ser pensar el género a través de caricaturas o películas blockbuster, se encuentra ahí mismo la habilidad de Halberstam, quien se posicionó como un referente en los estudios de género desde la segunda mitad de 1990 con sus análisis del cine y artes visuales. Él nos ha hecho reflexionar sobre las masculinidades que encarnan FTM, butches y tomboys (en su libro Female Masculinity); las temporalidades anti-hegemónicas del cuerpo sexuado (en In a Queer Time & Place), y sobre cómo aceptar los errores dentro del movimiento LGBT (en The Queer Art of Failure).[6] Su trabajo tiene el sello de ser un juego de acertijos de la cultura pop para llevarnos a las lectoras a discutir qué es el género, cómo se materializa y resiste. Esta capacidad que nos invita, entre lecturas, a ver videos de Bob Esponja o maratones de comedias románticas, empezando con Sex and the City hasta The Bridesmaid. Así, la risa a la hipérbole, la parodia y el absurdo es un medio radical para la toma de conciencia de las normas que encarnamos.

Motivada por el formato alternativo de Halberstam, propongo explicar el argumento central del libro a través de un producto audiovisual. Éste será la canción Screwed de Janelle Monáe (2018), cantante negra que ha destacado por un música que invita a abrazar la sexualidad de los cuerpos racializados.

Screwed, cuya traducción más cercana al español es “estar arruinado” o —más preciso porque es un término informal— “estar jodido”, relata la aventura de un grupo de amigxs en un mundo cyborg y precario, tal como lo es en el postcapitalismo. Monáe inicia la canción denunciado cómo su vida ha sido ordenada por dispositivos de control, medios de comunicación y pastillas anticonceptivas,[7] ambos, guiños al concepto de régimen farmacopornográfico de Preciado.[8] Luego, ella invita en su canción “estar jodidxs” en todo momento y despreocuparnos de la normalidad. De hecho, la estrofa dice “Wanna get screwed on a holiday // Wanna get screwed in a matinée // Wanna get screwed at a festival // Wanna get screwed like an animal” (Estar jodidxs en las vacaciones // estar jodidxs en un matiné // estar jodidx en un festival // estar jodidx como un animal).[9]

Fuente: Canal de SoundCloud de Janelle Monáe.

Pero, ¿qué es estar jodidx? Haciendo un análisis a la canción y video musical, Monáe posiblemente hace referencia a tres sentidos.

El primer “estar jodidx” es por el consumo de sustancias psicoactivas que decidimos introducir al cuerpo para que le permitan levantarse y afrontar los peligros que se esconden en la cotidianidad. Esto es una resistencia a la moralidad química y a aceptar la rebelión de nuestros cuerpos (pues, ellos no son naturales, sino que son masas conformadas por conexiones biológicas y tecnológicas). El segundo sentido a dicha evocación es sinónimo de “estar cogidx” o “tener sexo”. Ahí, la cantante propone tener sexo consensuado, insaciable y anormal. El llamado no solo es para resistir a asociar la sexualidad con la opresión, sino también para desafiar el modelo tradicional de vínculos (sanguíneo, marital y delimitado) que impide explorar formas diversas de relaciones afectivas, eróticas y de cuidado.

El tercer sentido de la palabra es “quebrar la fiesta”. Esta invitación en su tercer estrofa es a la diversión de una existencia desobediente. Si bien ello suena irracional, Monáe lo explica diciendo “Let’s get screwed // I don’t care // You fucked the world up now // We’ll fuck it all back down” (Vamos a quedar jodidxs // no me importa // ustedes jodieron al mundo una vez // nosotrxs lo joderemos hacia atrás).[10] Es decir, la artista evidencia que las lógicas modernas de la vida han arruinado al mundo y que, en lugar de abogar por la civilidad y el orden, las rebeliones siguen siendo una alternativa esperanzadora para el cambio.

Fuente: Canal de YouTube de Janelle Monáe.

Estar jodidx es, como llama Janelle Monae, la ejecución de actos de resistencia corporal. Ahora bien, screwed, al igual que ser gaga, no apela a una idea de corporalidad individual ni de autenticidad pura.[11] Vivir y encarnar estas estrategias son actos colectivos que requieren de la solidaridad transversal entre cuerpos, identidades y espacios. También consiste en que las políticas de género no se diseñan para los centros, sino para y desde los márgenes.

El devenir gaga, advierte Halberstam, no es la solución perfecta ni última. El autor declaraba en 2016 que Lady Gaga ha replicado discursos del estatus quo (Villouta, 2016).[12] Incluso, debo reconocer que su texto no advierte la presencia de posturas antiderechos y la popularidad del paradigma punitivo en los feminismos contemporáneos. Sin embargo, Halberstam aclara que el feminismo gaga es inestable porque es un conjunto de políticas de género que responde a los paradigmas actuales. Este no es perfecto ni lo pretende ser. Ser gaga implica “construir a pasos tartamudos, vacilando, conociendo y desconociendo, abrazando nuestra oscuridad”.[13] Cuando fallemos, será una señal para reorientarnos para resistir.[14] Cuando cometamos errores, estará bien porque nos impulsa a mover. Movernos sobre/en este devenir de lo extraño y absurdo tiene la función de la lucha colectiva, volver a habitar los márgenes y reencontrar formas locas e inesperadas de lucha.


[1] Gray, Macy, “Sexual Revolution”, en the id, Epic Records, New York, 2001, 0:11 – 1:30.

[2] La hiperglobalización es definida como la interconexión acelerada, en la cual los flujos (de capital y personas) atraviesan fronteras de manera libre, mientras que la deglobalización es el proceso de reducción en la integración de los Estado-Nación. Si bien son opuestos, ambos fenómenos pueden existir a la par. Véase en: Kuttner, Robert, “After Hyper-Globalization”, en The American Prospect, 31 mar. 2022, consultado en https://prospect.org/economy/after-hyper-globalization/ y Paul, T. V., “The Specter of Deglobalization”, en Current History, no. 840 vol. 122, 2023, pp. 3-8, DOI: https://doi.org/10.1525/curh.2023.122.840.3.

[3] Halberstam, Jack, Gaga Feminism. Sex, Gender and the End of Normal, Beacon Press, Massachussets, 2012, p. xv.

[4] Ibídem, p. xxv.

[5] Ibídem, p. 25.

[6] Véase en: Halberstam, Jack, Female Masculinity, Duke University Press, Durham, 1998; In a Queer Time & Place. Transgender bodies, subcultural lives, New York Univeristy Press, 2005 y The Queer Art of Failure, Duke University Press, Durham, 2011.

[7] Monáe, Janelle, “Screwed”, en Dirty Computer, Atlantic Records, 2018, 0:23-0:38.

[8] Véase en: Preciado, Paul B., Testo Yonqui, Espasa Calpe, Madrid, 2008.

[9] Monáe, Janelle, op. cit., 1:23-1:38.

[10] Ibídem, 2:02 – 2:10.

[11] Halberstam, Jack, Gaga Feminism, op. cit., 141.

[12] Villouta, José Miguel, “¿Qué es lo que el feminismo debería que ser hoy?” en El Interruptor (television), 16 aug. 2016, 4:12 – 4:25.

[13] Halberstam, Jack, Gaga Feminism, op. cit., 62, traducción propia.

[14] Ibídem, p. 27.


Lista de referencias

  1. Gray, Macy, “Sexual Revolution”, en the id, Epic Records, New York, 2001.
  2. Halberstam, Jack, Female Masculinity, Duke University Press, Durham, 1998.
  3. Halberstam, Jack, Gaga Feminism. Sex, Gender and the End of Normal, Beacon Press, Massachussets, 2012.
  4. Halberstam, Jack, In a Queer Time & Place. Transgender bodies, subcultural lives, New York Univeristy Press, 2005.
  5. Halberstam, Jack, The Queer Art of Failure, Duke University Press, Durham, 2011.
  6. Kuttner, Robert, “After Hyper-Globalization”, en The American Prospect, 31 mar. 2022, consultado en https://prospect.org/economy/after-hyper-globalization/
  7. Monáe, Janelle, “Screwed”, en Dirty Computer, Atlantic Records, 2018.
  8. Paul, T. V., “The Specter of Deglobalization”, en Current History, no. 840 vol. 122, 2023, pp. 3-8, DOI: https://doi.org/10.1525/curh.2023.122.840.3
  9. Preciado, Paul B., Testo Yonqui, Espasa Calpe, Madrid, 2008.

10. Villouta, José Miguel, “¿Qué es lo que el feminismo debería que ser hoy?” en El Interruptor (television), 16 aug. 2016, consultado en: https://youtu.be/7rpeKjGz_os?si=SqFLaNG1m96ugVH-

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