Septiembre es uno de los mejores momentos del año, ese donde los edificios y casas se engalanan con el tricolor verde-blanco-rojo que caracteriza a nuestra insignia nacional, donde se hacen convivios y se dice que, picarescamente, las y los mexicanos nos disfrazamos de eso, de mexicanos. La temporada del auge del pozole, los pambazos, los chiles en nogada, las tostadas y cuanto antojito se nos ocurra, abundan en cenas familiares o de amigos que se hacen la noche del 15 de septiembre.
Con este volumen tres del “¡Viva México!” festejamos nuevamente la mexicanidad y el orgullo nacional, en esta ocasión, a través de la música con una obra ranchera, me refiero a Besos y Copas.
“Me dices que tú ya no me quieres, que el mundo y sus placeres te importan más que yo…”

Compuesta por Víctor Cordero Aurrecoechea (10 de octubre de 1914 – 07 de diciembre de 1983. Ciudad de México) e inmortalizada en la espléndida voz de Chayito Valdés (20 de mayo de 1945. Guasave, Sinaloa – 20 de junio de 2016, Los Ángeles, California). “Besos y Copas” fue estrenada en la radio mexicana el 01 de enero de 1973, logrando una enorme aceptación entre el público, tanto así que traspasó fronteras llegando a ser trasmitida en emisoras radiofónicas del sur de Estados Unidos.
Esta canción nos cuenta la triste historia de separación de una pareja, donde quien entona la letra al inicio reprocha que hubo factores que le fueron más importantes a la otra persona que el amor, haciendo especial énfasis en que se prefirió por placeres mundanos en lugar de seguir construyendo un amor puro y sincero.
Posteriormente, quien entona, reflexiona que quizá no es culpa de quien abandona la relación, pues comprende que han sucedido muchos factores que llevaron al declive de la misma, incluso se disculpa por “molestar” con su reproche inicial y señala además que comprende la falta de querer. Al final, la obra concluye con la consigna de que todo terminó, que cada uno vaya en paz.

Besos y copas es una bella metáfora a la sanación que se puede hacer desde la comprensión y el entendimiento, que no es necesario sumirse en el mundo del licor para olvidar. Es un fuerte referente a actuar con madurez, a aceptar los errores propios y a avanzar en la vida con el recuerdo de lo que fue un gran amor.
“Por eso, desde hoy mismo te digo, que sigas tu camino, que todo terminó…”
Con acordes a guitarra muy simples, donde la esencia de la canción es la potente voz de quien la canta, Besos y Copas, ha sido interpretada por grandes voces, mayoritariamente femeninas como las de Lucia Hernández y Alicia Villareal quienes, con su esencia y sentimiento, nos hacen cantar con las emociones a flor de piel.
La música ranchera es un gran ejemplo de la mexicanidad, a través de ella se cuentan las vicisitudes de la vida a la que estamos expuestos de muchas formas, narran la cotidianidad y reflejan realidades simples que enfrentamos con el paso del tiempo. La forma en la que nos adueñamos de esas historias nos brindan un sentido de identidad y pertenencia.

Besos y copas representa para mi una de las joyas de la música ranchera mexicana, mueve fibras sensibles de mis sentimientos y emociones, atravesar vicisitudes de la vida con música siempre hará que la carga sea menos densa.
Les invito a disfrutar de esta obra en el siguiente enlace:
¡Viva México!

