Fuimos una banda de rock. Las amistades terminan, pero la música compartida, es para siempre

Por: Mariana Palomo

Pensaba en un regalo cuando lo encontré, en una pila de libros con unos dibujos abstractos que simulaban una banda y a sus integrantes. 

Fuimos una banda de rock (2023) de Enrique Escalona se convirtió en el obsequio perfecto, no lo dudé, pero me dije a mí misma que necesitaba leerlo antes para saber si era un buen regalo, sobre todo porque era para una persona sin el hábito de la lectura. 

Ya había leído algunos libros de la editorial Norma y de Zona Libre cuando iba en la secundaria. Sabía que eran fáciles de leer e imaginaba que sería bueno, pero unos días después, cuando el libro ya se encontraba cerrado sobre mis manos, devorado por mis ojos, me di cuenta de que no solo es un buen libro, sino que es uno de esos que te alimentan los sueños y te proponen nuevas formas de vida. 

Yo no sé cuántas amistades he hecho a través de la música; cuántas canciones compartidas no han formado en mí y en las personas a mi alrededor, vínculos inquebrantables; cuántos álbumes han transformado mi vida para así yo poder regalar alegría a los otros, pero sé, y supe en ese momento, que la vida de ese amigo en el que había pensado al comprar ese libro, estaba marcada por la música y las memorias creadas a partir de ella. 

La separación. Fuente: Indie Hoy

Tal vez ustedes, que me leen, como él, tengan historias similares alrededor de la música y la amistad; quizá sus vínculos más fuertes y antiguos se hayan creado a través de una canción; tal vez ustedes mismos, como Bob y Eric, hayan tenido su propia banda; a lo mejor aún hoy su sueño sea hacer música y vivir de ella; o probablemente solo viven con los audífonos puestos marcando el ritmo de sus vidas.

Es claro que la música es tan transformadora como la amistad misma y seguramente también, como los amigos, nos ha revelado el camino para seguir adelante en los días difíciles. 

Las historias alrededor de las bandas siempre han estado formadas por amistades de la infancia, amores de la adolescencia o personajes que aparecieron de la nada en la vida del otro y terminaron transformándola para siempre. Pero, es seguro que todas las que hemos leído o visto en el cine, o tal vez vivido en carne propia, están marcadas por la separación.

Diría que son las relaciones interpersonales de los miembros de la banda las que terminan con la música creada, como Yoko Ono y los Beatles; o tal vez sean las peleas eternas y conflictos sin resolver como en Oasis; a lo mejor y los sueños personales son más fuertes que todo el tiempo invertido en colectivo, como con One Direction y un sinfín de bandas en donde todos terminan como solistas, pero la verdad es que seguramente las bandas, como algunas amistades, no están destinadas a durar para siempre. 

Bob y Eric soñaban con una banda, con escribir sus propias canciones y tocar para el público más efusivo, pusieron todo su esfuerzo y, a través de los años, conquistaron escenarios que los marcarían para siempre. 

Infancia musical. Fuente: freepik

Sé que si les digo que su banda se separa no estaría haciéndoles spoiler, porque, como ya mencioné allá arriba, casi todas las amistades terminan y yo sé que puedes nombrar por lo menos una banda distinta de las ya escritas, que se haya separado. 

Nunca me he preguntado cuántas bandas se han creado y se han separado incluso antes del primer ensayo, ni cuántas han logrado el éxito mundial y aún así han desaparecido; no sé cuántas bandas como la de Bob, Eric, Mar y Lucas, fueron más conocidas por su separación que por su trabajo juntos.

Pero tal vez esos datos no son tan relevantes, a lo mejor y lo más importante es el recuerdo que queda, la huella que deja la música al unir corazones, aunque sea por un instante. 

Las bandas desaparecen y los amigos también se van, pero la música siempre continúa, porque caminando por la calle en un día cualquiera, tu lista de reproducción pondrá aleatoriamente la canción que un buen amigo te compartió, y te acordarás de él, y sentirás una presión en el pecho, y recordarás lo que fueron, pero no estarás triste porque por lo menos tienes esa canción.

Ritmo de vida. Fuente: Forbes México

Es a través de la nostalgia y la memoria, tal vez un poco inventada pero siempre basada en las experiencias personales, que Escalona nos regala una historia de amistad infantil, amistad transformadora en la adolescencia y en la adultez, cariño, tal vez amor, y mucha música. 

Nos presenta a dos personajes únicos, muy de la infancia mexicana de finales del siglo pasado, Bob y Eric, unos niños que se acompañan en un camino de descubrimiento, y que unidos a través de los sueños y la música son, en algún momento, una banda de rock. 

Si ustedes, que leen esto, recordaron las amistades perdidas, pero aún tienen en la mente esa canción que en algún momento pudo ser su favorita; o si aún sueñan que la música toca en su interior, les invito a leer la historia de estos niños tan únicos y a encontrar a través de sus vidas un recuerdo, una amistad o una canción.


Lista de referencias

Escalona, Enrique, Fuimos una banda de rock [Impreso], 1a edición, NORMA , México, 2023.

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