Por: Erick López
Introducción
El contexto actual es cada vez más complejo, con múltiples retos que atender. En el ámbito rural y productivo los retos son el cambio climático, la superación de la pobreza económica y, en algunos casos, alimentaria. También existen otros de tipo político, como la prohibición de las importaciones de maíz transgénico proveniente, principalmente, de Estados Unidos.
México, como centro de origen y diversificación del maíz, y por el importante arraigo cultural que tiene este alimento en la sociedad, tiene mucho que hacer al respecto y no quitar el dedo del renglón en la protección de las variedades nativas.
La iniciativa propuesta por la Presidenta de la república, es una acción significativa pero no resuelve todo lo que gira en torno al tema, hay aspectos que no se incluyen ni se prevén en esta estrategia.
En la primera propuesta de reforma constitucional presentada a finales de enero 2025 incluía[1] :
Reformar el párrafo cuarto del artículo 4to constitucional de la CPEUM al que se agraria “El maíz es un elemento de identidad nacional cuyo cultivo debe ser libre de transgénicos, priorizando su manejo agroecológico”.
Además, reformar la fracción XX del artículo 27 de la CPEUM en el que se establece que el Estado promoverá condiciones para el desarrollo rural integral […] fomentará la actividad agropecuaria y forestal para el óptimo uso de la tierra -y se inserta- “libre de cultivos y semillas para siembra de maíz transgénico”.
Sin embargo, tras sugerencias y opiniones diversas, el 18 de febrero de 2025 se dió a conocer una nueva propuesta elaborada en acuerdo con la Campaña Sin Maíz No Hay País[2]. Por lo que la propuesta de reforma ahora consistiría en reformar únicamente el artículo 4to al que se agregaría:
México es centro de origen y diversidad del maíz, que es un elemento de identidad nacional, alimento básico del pueblo de México y la base de la existencia de los pueblos indígenas y afromexicanos. Su cultivo en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas, producidas con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación como las transgénicas. Todo otro uso del maíz, genéticamente modificado, debe ser evaluado en los términos de las disposiciones legales para quedar libre de amenazas para la bioseguridad, la salud y el patrimonio biocultural de México y su población. Debe priorizarse la protección de la biodiversidad, la soberanía alimentaria, su manejo ecológico, promoviendo la investigación científica-humanística, la innovación y los conocimientos tradicionales.
Asimismo, como sociedad es importante no solo reflexionar y conocer sobre el tema, sino también contribuir con acciones que coadyuven a superar estos retos. Desde la propuesta de la agroecología y su visión holística resultan infinidad de acciones en las que cada una/uno/une puede sumarse y contribuir, por ejemplo el consumo en mercados locales, comunitarios, compra directa de alimentos con productores y/o la promoción de iniciativas de producción y comercialización agroecológicas y orgánicas.
En este fractal de opinión se presentan algunas generalidades para conocer lo que la agroecología hace y su relación con la cuestión del maíz nativo. A través de está reflexión, se busca resaltar la importancia de cambiar y promover sistemas de producción y sistemas alimentarios sostenibles y socialmente equitativos.

Maíz nativo. Fuente: Genador de imagenes con IA de Bing
Contexto
Los inicios del 2025 han mostrado un contexto complejo, con tensión diplomática con Estados Unidos por varios factores como la migración, los aranceles y el caso del rechazo de México a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
El contexto referente al maíz transgénico cobró mayor relevancia en el sexenio 2018-2024 en el que, a partir de la estrategia de autosuficiencia agroalimentaria, se pretendía proteger no solo la alimentación sino también las variedades nativas, en este caso de maíz, además de la promulgación de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17/04/2024.
Una vía importante para incidir a los problemas alimentarios, sustentables y en este caso, sobre el maíz frente a los OGM es la agroecología que desde la práctica y movimiento tiene mucho que aportar. En este sentido resulta coyuntural señalar que cada 23 de enero se celebra el día Nacional de la Agroecología, por lo que resulta interesante e importante reflexionar sobre ¿cuáles son o pueden ser los aportes que la agroecología hace en relación al contexto mencionado?, particularmente ¿qué relación puede tener con los OGM en el caso del maíz transgénico?
Esto con la intención de compartir a un público diverso un acercamiento de análisis y reflexión sobre lo que acontece con el maíz y cómo la agroecología contribuye en algunos aspectos a enfrentar esta situación en diferente nivel, por lo que se espera con esto, comunicar su relevancia más allá de la producción sostenible.
La agroecología es entendida como la respuesta o reacción a un modelo de agricultura que se ha visto agotado y colapsado junto con el sistema agroalimentario mundial, por lo la respuesta se orienta a una propuesta sostenible, económicamente viable, ecológicamente adecuada y socioculturalmente aceptable[3].
Sevilla define a la agroecología[4]:
[…] el manejo ecológico de los recursos naturales a través de formas de acción social colectiva que presentan alternativas a la actual crisis de Modernidad, mediante propuestas de desarrollo participativo desde los ámbitos de la producción y la circulación alternativa de sus productos, pretendiendo establecer formas de producción y consumo que contribuyan a encarar la crisis ecológico y social, y con ello a restaurar el curso alterado de la coevolución social y ecológica.
Así mismo, se sugiere que la agroecología no solo es técnica sino también ciencia y movimiento, por lo que desde su posición holística tiene mucho que aportar a las diferentes esferas[5].
Como movimiento sus aportes son esenciales, sobre todo para el cumplimiento y diseño de políticas públicas pertinentes para las diversas realidades rurales, como la Campaña Sin Maíz No Hay País.

Agrobiodiversidad. Fuente: Generador de imágenes con IA de Bing
Los siguientes cuatro puntos abarcan contribuciones de la agroecología basado en su aporte como ciencia, práctica y movimiento:
- Preservación de la diversidad genética
Una de las acciones que se promueven bajo la agroecología es la preservación de la diversidad genética, particularmente de cultivos nativos, teniendo en cuenta que hay una creciente pérdida desde el 2005 según la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio[6].
Por lo que los sistemas productivos agroecológicos contribuyen a preservar este tipo de información genética in situ o bien, en acciones más tangibles como los bancos de semillas o las redes de intercambio que se crean de manera local entre campesinas y campesinos.
- Saberes tradicionales
Otro de los tantos ejes que se promueven bajo esta lógica sostenible es la preservación de los saberes locales, lo que no solo abona al punto anterior, sino que también contribuye a crear sistemas de producción más resilientes ante efectos del cambio climático y fortalecen las prácticas de manejo sostenible.
Particularmente en el tema del maíz, estos saberes contribuyen a privilegiar y proteger los recursos locales y, desde luego, las variedades nativas. Teniendo al maíz como base en la alimentación mexicana, resulta importante la preservación de variedades locales que los mismos campesinos han venido conservando in situ sobre el cual hay un cúmulo de saberes.
El valor de variedades nativas yace en los atributos y en el valor de uso que los campesinos le dan, por ejemplo es común que indiquen que prefieren el maíz nativo o criollo porque tiene mejor sabor y textura en relación a variedades comercializadas por la agroindustria que para ellos carecen de estos atributos.
- Seguridad y soberanía alimentaria
La agroecología contribuye a promover la producción sostenible y diversificada de alimentos en sistemas de huerto o traspatio, promueve también la alimentación culturalmente pertinente y suficiente en oposición a un sistema alimentario industrial.
La alimentación culturalmente pertinente hace referencia al sistema milpa mesoamericano como centro nutritivo-cultural que se compone generalmente de los cultivos maíz, frijol, chile y calabaza (y la diversidad de quelites que en se encuentra en el sistema) y demás alimentos que se consumen en México que son de origen mesoamericano y alimentos externos saludables que han sido adoptados por la cocina tradicional mexicana[7].
La soberanía por su parte, promueve la capacidad y el derecho a decidir sobre los alimentos que la unidad familiar o la comunidad decida producir, lo que la hace contrahegemónica a los patrones de alimentación (industrial) que se imponen desde el modo capitalista.
Su contribución al tema del maíz es que desde este enfoque alimentario también se protege y preservan las variedades nativas y de algún modo empodera a la sociedad rural agroecológica para valorar mucho más sus recursos locales.
- Circuitos cortos de comercialización
Durante la pandemia por Covid-19 se desarrollaron experiencias de comercio local y muchas habidas se fortalecieron. Así mismo, se creó un escenario en el que se evidenció la importancia de los circuitos cortos de comercialización y las redes de intercambio, que jugaron un papel fundamental en reducir la movilidad, el ahorro de recursos y sobre todo en reducir la dependencia de alimentos externos,a nivel local y regional.
Esta experiencia en la que todos estuvimos inmersos ha sido crucial para valorar más los comercios locales, los tianguis y mercados comunitarios, cuyo fortalecimiento puede romper con cadenas largas y dependencia externa, las cuales se vuelven críticas en contingencias de salud, ambientales, etc.
Con el maíz, es sabido que las importaciones de México van cada vez más en incremento, sin embargo, si se fortalece el comercio local del grano y se escala la experiencia de circuitos cortos se puede contribuir de a poco al problema nacional.
En relación a lo anterior, desde el 2011 se había importado el 35% del maíz para satisfacer la demanda de consumo nacional con un índice de dependencia del exterior de 23%, mientras que antes de 1993 había sido de hasta 16%[8] mientras que para los ciclos comerciales subsecuentes al 2018/19 se consideraba una tendencia creciente en las importaciones con un promedio anual de 8.8%, lo que se ha visto reflejado en el ciclo 2023/24 con más de 18 millones de toneladas importadas[9].

Gente de maíz. Fuente: Generador de imágenes con IA de Bing
Reflexiones finales
Ante un escenario de monopolios y hegemonías en los sistemas de producción, agronegocios y alimentarios, recursos genéticos como el maíz y muchos otros se ven amenazados. Por lo que la propuesta holística, sostenible y de desarrollo endógeno que hace la agroecología resulta una vía para hacer frente a los retos tanto locales como nacionales y globales.
Existen muchos retos alrededor como la deconstrucción de ideas productivistas y economicistas basadas en visiones lineales. La producción agrícola y la alimentación va mucho más allá de números, productividad y rentabilidad. Existen infinidad de factores relacionados y una diversidad de campesinos y/o productores con intereses igual de variados, pero que en común pueden no comulgar con las ideas globales.
Es bastante sabido que México tiene abundante riqueza en recursos naturales, sin embargo, poca atención ponemos es la disminución constante de esta riqueza en biodiversidad, la desaparición de especies en flora y fauna (no exclusivo del país), de información genética, así como de un gran cúmulo de saberes tradicionales que no están siendo transmitidos a las nuevas generaciones por múltiples razones.
Difundir el quehacer de la agroecología permite dar a conocerla como opción viable e integral para superar las crisis, ambiental, económica, política, agrícola, etc. por lo tanto se espera un acuerpamiento social para facilitar su escalamiento.
En la literatura más reciente sobre agroecología se proponen cambios que van más allá de lo tangible y ecológico. Se señalan y sugieren cambios revolucionarios no en estructuras y sistemas, sino a nivel individual y colectivo en profundidad.
Es decir, se parte de una crisis de la que pocas veces se habla; una crisis espiritual y de valores humanos. El contexto capitalista (y tecnológico) nos ha orillado a la fragmentación social, a disminuir el sentido de comunidad y volvernos cada día más individualistas, por lo que, desde luego, algunos valores como la solidaridad y el respeto se han ido degradando.
La falta de empatía es un fenómeno que actualmente cobra sentido en diferentes ámbitos, pero que, a su vez, se vuelve cada vez más común y normalizado. Estamos siguiendo un camino que nos deshumaniza dejando de lado la empatía, siendo ésta una necesidad imperante para recobrar el humanismo.
Por lo tanto, los cambios revolucionarios que se esperaría surjan, son espirituales, son cambios individuales con contagios colectivos. Implican recuperar la esencia del humanismo; recuperar la empatía y la consciencia. Estos cambios son tan sencillos como detenernos un momento, darle espacio a la reflexión y tener la voluntad de cambio. El caso del maíz da cuenta de lo mucho que está en riesgo y amenazado en desaparecer del patrimonio agrobiodiverso del país. Esto sin considerar que la producción global de maíz actualmente la lidera Estados Unidos, pero China ha presentado una tendencia creciente a un ritmo acelerado, por lo que pareciera ser que se trata de un monstruo que hace menos ruido, pero avanza más rápido, por lo que en un futuro cercano puede representar la principal amenaza en la defensa del maíz nativo u otros problemas[10].
[1] Véase: Muñoz y Urrutia, Sheimbaum enviará hoy iniciativa para prohibir el maíz transgénico, [en línea] La Jornada, 23 enero 2025, en https://www.jornada.com.mx/2025/01/23/politica/011n1pol
[2] Véase: Muñoz y Urrutia, Gobierno da a conocer iniciativa de reforma sobre maíz transgénico, [en línea] La Jornada, 18 febrero 2025, en https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/02/18/politica/gobierno-da-a-conocer-iniciativa-de-reforma-sobre-maiz-transgenico-6759
[3] Sarandón, Santiago j., “Agroecología: una revolución del pensamiento en las ciencias agrarias”, [en línea]en Ciencia, Tecnología y Política, 2021, p. 11.
[4] Sevilla, Eduardo, “Reflexiones socioecológicas sobre la agroecología”, [en línea], 1998, p. 3.
[5] Wezel, Bellón, Doré, Francis, Vallod y David, “Agroecology as sciencie, a movement and practice. A review”, 2021, p. 13.
[6] Assessment Millennium Ecosystem, “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. Informe de Síntesis”, [en línea], 2005, p 43.
[7] Almaguer-González, García-Ramírez, Vargas-Vite y Padilla-Mirazo, “Fortalecimiento de la salud con ejercicio y buen humor, La dieta de la milpa: modelo de alimentación mesoamericana saludable y culturalmente pertinente”, [en línea], 2018, p. 122
[8] Moreno-Sáenz, González-Andrade y Matus-Gardea, Dependencia de México a las importaciones de maíz en la era del TLCAN, en Revista mexicana de ciencias agrícolas, [en línea], 2016, pp. 115-126.
[9] FIRA, “Panorama Agroalimentario 2024, maíz”, [en línea], 2024, p. 29.
[10] Véase: FAOSTAT, Datos sobre alimentación y agricultura en https://www.fao.org/faostat/es/#data
Lista de referencias
Almaguer-González, J.A., García-Ramírez, H.J., Vargas-Vite, V. y Padilla-Mirazo, M., “Fortalecimiento de la salud con ejercicio y buen humor, La dieta de la milpa: modelo de alimentación mesoamericana saludable y culturalmente pertinente”, [en línea], 2018, p. 122.
Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura, FIRA, “Panorama Agroalimentario 2024, maíz”, [en línea], 2024, p. 29.
Millennium Assessment, “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. Informe de Síntesis”, Island Press, Washington, [en línea], 2005 pp. 43
Moreno-Sáenz, Ivone Lucero, González-Andrade, Salvador y Matus-Gardea, Jaime Arturo, “Dependencia de México a las importaciones de maíz en la era del TLCAN”, en Revista mexicana de ciencias agrícolas, no, 1, vol, 7, [en línea], 2016, pp. 115-126.
Sarandón, Santiago j., “Agroecología: una revolución del pensamiento en las ciencias agrarias”, [en línea]en Ciencia, Tecnología y Política, no, 6, [en línea], 2021, p. 1-10.
Sevilla, Eduardo, “Reflexiones socioecológicas sobre la agroecología”, [en línea] 1998, p. 3. Wezel, A., Bellon, S., Doré T., Francis, C., Vallod, D. y David, C, “Agroecology as sciencie, a movement and practice, A review”, In Journal of Agronomy for sustainable development, [en línea], 2009. pp. 1-13.

