
Por: Alejandro García
A trece años de su apertura, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), ubicado en el Centro Cultural Universitario dentro de la Ciudad Universitaria de la UNAM, presenta la emblemática exposición “Cien del MUAC” que busca ofrecer al público parte de la colección artística y documental de este recinto, posicionado como uno de los referentes más importantes del arte contemporáneo en México y Latinoamérica.
La muestra, coordinada por la curadora Pilar García, cuenta con cien obras representativas de la historia y el imaginario del arte contemporáneo mexicano provenientes de uno de los acervos públicos más importantes del país en este campo. Las obras expuestas alrededor de 8 salas no poseen un orden cronológico ni temático, sino que cada una representa una historia del museo y su colección por sí misma.
Algunas de las piezas que podemos encontrar en la exposición son, por ejemplo, Monumento de percusión (1964) una escultura hecha por los hermanos François y Bernard Baschet, en la que los artistas buscaban crear a través de su instrumento, cualidades sonoras en consonancia con la era industrial y el ruido ambiental de las grandes metrópolis. Es un instrumento de grandes dimensiones creado con materiales poco comunes y con una estructura muy alejada de las convenciones de la música clásica. En su realización se utilizaron materiales como enrejados de cristal, barras de metal, láminas de aluminio y globos de plástico. Fue concebido como una obra experimental sonora, escultórica y participativa que puede ser activada por el público.

Otra obra presente en la muestra es Ambiente circular (1974) del artista Hersúa. Se trata de un laberinto cilíndrico a través del cual, con un gesto plástico, el artista invita al espectador a adentrarse en la obra, saberse parte de la misma, de su conformación, su significado y su espacialidad; a esta obra se le denominó “ambiente” por su objetivo original de ser mostrada en un espacio público, al mismo tiempo que se trata de una obra en la que el espectador puede adentrarse físicamente y participar de ella. Es considerada precursora del arte urbano y en esta se representa el valor lúdico de la vida.
En la sala contigua se presenta la instalación Construcción 4 (2018) de la artista Perla Krauze que consiste en diversas láminas de plomo, cemento, madera, tela, hoja de oro y óleo yuxtapuestas; para la realización de esta obra la artista recolectó diversos materiales que algunos artesanos usaron en sus procesos de creación, los intervino a través de la técnica del frotagge y los reensambló en una estructura ambigua que tiende a proyectar distintos acomodos y lecturas.
Perla Krauze estudió inicialmente antropología y tiene una gran fascinación por la arqueología, a lo que se atribuye la idea de recolectar, acomodar y tratar de dar sentido a los vestigios materiales que encuentra en su camino. Construcción 4 es una obra que habla sobre el tiempo y la memoria, una obra flexible que oscila entre la escultura y la pintura, entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad, en la que pueden caber múltiples significados.
Por su parte, El desgaste de la clase media (1999), obra realizada por César Martínez, presenta un grupo de esculturas de figuras humanas hechas con silicona de platino que se inflan y desinflan constantemente al interior de la sala. La obra tiene como tema el aire y su función vital que al mismo tiempo alude a la vitalidad del arte, su carácter móvil, creativo y apasionado. Es una pieza que sucede, en un constante ademán de inhalación o jadeo casi abyecto al que es muy difícil quedar indiferente; funciona con sensores de movimiento y pistolas de aire que se activan ante la presencia del espectador, con lo cual se les permite respirar con el simple hecho de estar presentes.

Entre las salas del museo podemos encontrar también la videoinstalación Pausa (2012) de la artista Tania Candiani donde se captura en imagen y audio el proceso en que un escribano transcribe el relato oral de varios autores en su máquina de escribir. Es una obra que orbita la memoria, la palabra hablada, la reminiscencia tecnológica, el lenguaje del cuerpo, de la imagen y que remarca la presencia del sonido en el paisaje del devenir humano, como es característico los trabajos de la artista; una obra que acaricia sutilmente la disipación y el arraigo de la tecnología moderna y la antigua, la evanescencia laboral que transcurre paralelamente al desarrollo de la técnica y el papel de los cuerpos en este movimiento.
Presenciamos, de igual forma, Interior (1998) una obra de Claudia Fernández inspirada en las remembranzas de la artista que, al observar cucharas de peltre durante su infancia, proyectaba diversos reflejos del universo en su imaginación. La obra consiste en una serie de cuadros de puntos blancos sobre una superficie azul que la artista y algunos colaboradores realizaron basados en esta evocación como una metáfora del universo interno de los individuos, conformado por muchos pequeños universos y que a su vez, dichos individuos conforman un macrouniverso a nivel social.
En total se presentan alrededor de 700 piezas pictóricas (aunque originalmente eran 900) que conforman una instalación que puede adquirir diferentes formas y estructuras, adaptándose al espacio en que ésta se presente, invitando al espectador a brindar su propia interpretación de la obra.

En esta muestra podemos encontrar también trabajos de Francis Alÿs, David Alfaro Siqueiros, Carlos Amorales, Maris Bustamante, Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Gunther Gerzso, Mathias Goeritz, Enrique Ježik, Rafael Lozano-Hemmer, Mónica Mayer, Gabriel Orozco, Rubén Ortiz Torres, Grupo Proceso Pentágono, Santiago Sierra, Gráfica del 68, Francisco Toledo, Nahum B. Zenil entre muchos otros.
“Cien del MUAC” es una exposición que nos muestra un relato artístico construido a lo largo de más de cincuenta años, a través del cual podemos observar algunas de las tendencias del arte nacional (con sus respectivas resonancias internacionales), así como la compleja realidad social, política y estética reflejada en sus obras. No estamos solamente ante el escaparate de una colección ni una compilación caprichosa, se trata de la proyección directa de uno de los discursos estéticos con mayor presencia en México y en la región; el arquetipo de un importante sector de la institucionalidad artística del país que refleja sus criterios en este acervo.
Esta muestra abre una ventana al patrimonio artístico resguardado por la Universidad Nacional Autónoma de México y nos invita a analizarla desde una mirada poliédrica que atienda las distintas facetas de su significación a nivel discursivo. La exposición estará presente en el MUAC hasta el 10 de octubre del 2021. Los horarios de visita son: miércoles, viernes y domingo de 10 a 18 h. Jueves y sábado de 10 a 20 h.

