El estudio de Joaquín Clausell en el Museo de la Ciudad de México

Por: Alejandro García

Al interior de lo que actualmente es el Museo de la Ciudad de México (antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya) se ubica una de las obras más enigmáticas, vivaces y originales de la metrópoli mexicana: el estudio del pintor campechano Joaquín Clausell en cuyas paredes dejó retratada una obra espontánea que refleja de manera onírica su interés y versatilidad plástica. 

Nacido en 1865 en Campeche, Joaquín Clausell fue un pintor de corte impresionista bastante prolífico, de hecho, conoció a Claude Monet en 1985 en París, quien lo invitó personalmente a su estudio. En México rápidamente se rodeó de personas y amistades artísticas como Diego Rivera, Gerardo Murillo, Nahui Ollin y el Dr. Atl, lo que lo impulsó fuertemente en su carrera como pintor. 

Fuente: Instituto Nacional de Bellas Artes

Aunque es principalmente conocido en su faceta de artista, es importante mencionar que Clausell también fue un periodista férreamente opositor al gobierno de Porfirio Díaz y simpatizante y amigo de Francisco I. Madero, así como de Victoriano Huerta. Era considerado un demócrata revolucionario, lo que le llegó a costar incluso ser expulsado del país. 

Desde pequeño Joaquín Clausell demostró una gran inquietud por el dibujo y la pintura, mientras cursaba su carrera se dedicó un tiempo a la caricatura política, pero no se dedicó totalmente al arte sino hasta la edad de 35 años. Durante su adultez, Clausell vivió y concibió su estudio en el antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, cerca de la Plaza de la Constitución, en la avenida Pino Suárez 30, Ciudad de México. Edificio de estilo virreinal construido en 1776. 

Fuente: Secretaría de Cultura

El estudio de este pintor tiene la característica de ser una obra de arte en sí mismo, pues Clausell llenó sus paredes de un gigantesco collage de obras espontáneas realizadas en distintos periodos. Se dice que Clausell utilizaba las paredes de su estudio para realizar pruebas de color, bocetos o para terminar de utilizar la pintura que sobraba al final de cada una de sus sesiones de trabajo, lo que, eventualmente, dio origen a una gran variedad de obras que pueden percibirse a lo largo y ancho de su estudio como pinturas individuales, pero que al mismo tiempo conforman un gran conglomerado de ideas que parece narrar, como en un sueño, todo lo que había en la mente y la mirada de Clausell. Este lugar es conocido también como la Torre de las Mil Ventanas.

Fuente: Secretaría de Cultura

Aunque se trate de fragmentos de ideas y representaciones plásticas, los muros de la habitación en su conjunto se integran de manera armónica mediante su característica paleta de color, dando lugar a una pintura atmosférica que no deja indiferente a ninguna persona que la presencie. La obra u obras plasmadas en el estudio de Clausell recuerdan a las pinturas negras de Francisco de Goya quien recubrió las paredes de su casa con pinturas hechas al óleo y que, en ambos casos de Clausell y Goya, parecen tener un profundo sentido psicológico. Incluso, vista en su conjunto, esta obra monumental no puede evitar recordarnos a los gigantescos paisajes de Monet, como los que se pueden apreciar en el Musée de l’Orangerie en París.

Tras una serie de cambios y remodelaciones, el edificio donde se encuentra el estudio de Clausell fue declarado Patrimonio Nacional en 1931 y en 1960 se decidió convertirlo en el Museo de la Ciudad de México. Puede visitarse de martes a domingo en un horario de 10:00 a 18:00 horas.

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