LA DESCENTRALIZACIÓN DE LA MIRADA URBANA
Por: J.J. Bermúdez
La localidad de El Progreso está situada en el Municipio de Hueytamalco, en el Estado de Puebla. En el último censo de población del INEGI en el año 2020, se registraron 1,347 habitantes. Dentro de todos los pueblos del municipio, ocupa el número 2 en cuanto a número de habitantes. El Progreso está a 537 metros de altitud.
Como poblano, es difícil reconocer en su totalidad los 217 municipios que integran nuestro bello estado de Puebla, algunos son más conocidos que otros, ya sea por su bagaje cultural y fama turística, o por su desarrollo urbano, como sea, muchos de estos pasan desapercibidos de aquellos quienes habitan la capital del estado, las periferias son poco exploradas, y hablando de localidades, la situación de desconocimiento es aún más notable.
Por ello es que una breve exploración a través de imágenes fotográficas, sobre aquellos lugares que desconocemos, ignoramos u omitimos, nos hace mirar, de manera consciente, hacia la descentralización de la presencia urbana. Es fácil generalizar el acceso a internet, dispositivos tecnológicos/digitales, asistir a grandes espectáculos, conciertos, partidos de liga, museos y más. Sin embargo, en muchos lugares la situación no es así, en muchos lugares del estado de Puebla, y del país en general, abundan aún las zonas verdes, los únicos medios de información son la radio y la tv, hay zonas incomunicadas, la señal en los dispositivos móviles es obsoleta y el acceso a internet una utopía.
Me parece que hay poca conciencia sobre eso, es fácil pensar que todos los lugares tienen las mismas condiciones de desarrollo urbano y tecnológico, pero no es así. Progreso Hueytamalco, la localidad en la que ha vivido la mayoría de mi familia desde hace más de 60 años, y de donde ha procedido mi madre, mis tíos, primos y sobrinos, es una localidad bella, rodeada de naturaleza, lejos del ruido y bullicio de la ciudad, lejos de la contaminación, cerca del agua, de los árboles, de los colibríes, abejas, aves y más. Estar ahí, es estar en las raíces, es conectar con la naturaleza, con la familia, con los animales.
La invitación no es ir a pasar unas vacaciones a la localidad, es más una reflexión, un análisis sobre aquellos lugares hacia donde nunca volteamos. Sitios con su propia historia, con su gente, su flora y su fauna; también con sus tradiciones, su cultura y sus ritos. Ahí es donde se necesita ir a retratar, a investigar, a contemplar y admirar. Las grandes ciudades son dinámicas, entretenidas y luminosas, pero hay muchas localidades en el estado de Puebla, y en nuestro México en general, que merecen una oportunidad, sino de visitar, al menos de investigar, de observar y contemplar, aunque sea por medio de imágenes fotográficas.
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